El máximo organismo judicial de la república de Colombia. La Corte constitucional en días pasados ha dictaminado de manera enérgica a favor de la fiesta en su importante capital que cuenta con un enorme bagaje de tradiciones y costumbres, por algo se le ha llamado la “Atenas” de América, por su gran cultura. Se dice también que es la ciudad donde de mejor manera se habla el mejor español, y así castiza como es Bogotá, es también la ciudad de toda América, en donde la fiesta de los toros se da de una manera más que formal; no merecían los bogotanos que tan bien vestidos y luciendo sus galas domingueras acuden a su plaza la Santa María el insulto lastimoso, ofensivo e hiriente de sus autoridades al impedirles la celebración de festejos taurinos, al pretender quitarles su amada Fiesta Brava. Triunfo, éste de la razón, seguido de otro triunfo; la determinación del Concejo de la ciudad en que hunden, entierran el proyecto de cambio de destinación al uso de la plaza de toros Santa María.
Por ello desde el maestro Cesar Rincón, quien al final del movimiento en pro defensa de los toros en Santa Fe de Bogotá se ha convertido, transformado en verdadero líder incluso alzando enérgicamente, la voz literalmente gritando en apoyo de los novilleros que ahí se sometieron a huelga de hambre hasta lograr su propósito: La vuelta de las corridas de toros a su capital, a su bella y hermosa plaza, mucho apoyo recibieron los defensores del toro, incluido el que les brindó Julián López, quien se manifestó así: “Es el triunfo de quienes son capaces de perder su vida por lograr la libertad”.
El resolutivo de la Corte que ordena a las autoridades respetar las tradiciones y sus manifestaciones artísticas “Es un triunfo de la justicia, un triunfo de la libertad”, y obliga, de facto al maldito alcalde a presentar su renuncia, tal como lo prometió al decir: “prefiero irme, renunciar, a que la fiesta regresa a Bogotá”. El grito, el clamor popular ahora es: ¡Pues que se vaya, pero ya! Y, que esta experiencia sirva para prevenir a quienes absurdamente desde la trinchera que les da algún puesto público, de elección, de representatividad; por cierto, que aprendan a respetar los gustos y derechos de sus representados. O, que al llegar al poder tienen el atrevimiento de atentar contra la libertad de expresión artística y la manifestación espontánea y popular de nuestras tradiciones, siendo la de los toros una de las más arraigada en nuestros pueblos y que se cumple, siguiendo, como decían las antiguas e históricas ordenanzas: “que se corran toros”, es decir, las corridas de toros.
Mientras, en el viejo mundo, de donde nos vino la afición a “toros correr” se ha cumplido con gran éxito y júbilo la tradicional corrida Goyezca, en la bella plaza de Ronda. En su versión 2014 que contó con la presencia en los tendidos del Premio Nobel Mario Vargas Llosa, pero, además, don Mario tuvo el gran detalle de asistir al sorteo de los toros y participar en ello metiendo la mano al sombrero de presidente de la corrida, para sacar el papelito con el lote de su admirado torero Morante. Ha iniciado el festejo con un paseíllo de pintura antigua, a cargo de Julián López “El Juli”, José Antonio Morante de la Puebla y Miguel Ángel Perera, que han lidiado una estupenda corrida de Salduendo, con toros de muy buen juego.
La negativa del presidente de otorgar una segunda oreja a Perera le privó de salir con sus compañeros a hombros, en medio de la algarabía de los asistentes.
1.- La muy bella y señorial plaza de toros Santa María, de Bogotá, pronto volverá a abrir sus puertas, en un triunfo de la razón, la justicia y el respeto a la libertad de expresión.
2.- Al final de la carrera séptima, al norte de Santa Fe, de Bogotá, se ubica señorial y se yergue majestuosa la plaza de toros a la que pronto regresará una fiesta muy arraigada y formal en esa capital.
3.- Totalmente a tono con la suntuosidad e una corrida Goyezca, de pintura: un José Antonio Morante de la Puebla. Toreando así, como pidiendo caballete, lienzo, pinceles y colores para plasmar un cuadro de arte puro.
4.- La salida a hombros por la puerta grande de la plaza de Ronda de Julián López “El Juli” y Morante de la Puebla, en espectacular y artística fotografía de Mikel Urmenta.