El encuentro entre Chivas-Puebla jugado en el Omnilife lamentablemente deshonró al futbol nacional por la falta de creatividad de los jugadores y por la poca imaginación de los entrenadores Carlos Bustos y José Luis Sánchez Sóla.
Cierto es que ambos equipos se están jugando la categoría en la Liga MX, pero por respeto a la afición los directores técnicos, el argentino Bustos y el poblano Sánchez debieron arriesgar más con la creatividad que dan los entrenamientos a lo largo de la semana, supuestamente son profesionales, como los jugadores de la liga española, inglesa, alemana, italiana y francesa. Los futbolistas que juegan en el balompié europeo participan en dos o tres partidos a la semana, siempre a tope, los del futbol mexicano uno cada siete días, porque en el torneo de Copa MX descansan.
Si Bustos y Sánchez verdaderamente quisieran ver a sus equipos en los primeros lugares de la tabla general, tendrían la obligación de ser ofensivos. Pero su miedo contagia a sus jugadores al punto de convertirlos en cascareros.
La conquista de un punto no ayudó en nada a Chivas ni a Puebla porque Guadalajara cayó al antepenúltimo escalón de la porcentual al llegar a 82 puntos en sus 77 partidos (tiene pendiente el de Monterrey), para un porcentaje de 1.0649, mientras que los Camoteros son los penúltimos, con 80 unidades en 78 encuentros disputados, para promediar un 1.0256. El único ganón fue Veracruz, que al derrotar por la mínima a Tijuana alcanzó un 1.0682, derivados de 47 puntos en 44 juegos.
La jornada doble que se jugará entre el miércoles y la próximo fin de semana será esencial en la batalla por la permanencia en el máximo circuito. La Franja recibe a Pumas el miércoles y se meterá en el averno para enfrentar a Diablos el domingo, mientras Chivas jugará con Toluca el jueves y Atlas el domingo. Si Puebla logra rescatar por lo menos cuatro puntos, dará un paso importante en su loca carrera por no descender y Chivas deberá preocuparse por sí mismo. La única ventaja de Puebla y Chivas es que Leones Negros continúa dormido, pero cuando comience a rugir, seguramente los camotitos y las chivitas serán candidatos a ocupar una plaza en la división de ascenso.
El insulso futbol que mostraron Chivas y Puebla no refleja el nivel del futbol mexicano que se defiende con todo de los esfuerzos desmedidos de algunos equipos en hacerlo de primera cocotero como el de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Por el bien del futbol, los dirigentes de la FMF deben obligar vender a propietarios mediocres sus conjuntos. La MLS dio un gran ejemplo al obligar a Jorge Vergara vender a Chivas USA porque en más de una década nunca figuró en las finales ni fue campeón de la liga estadunidense, que crece a pasos agigantados ante el rezago de la mexicana.