El próximo partido del Puebla de la Franja, si no es definitivo en el tema porcentual, sí puede marcar la tendencia de cómo tendrá el equipo que enfrentar el descenso durante las siguientes 24 jornadas, incluido el próximo torneo.
Es cierto que la U de G es el benjamín de la primera división, también lo es el hecho de que, como buen novato, los resultados no han sido lo que ellos esperaban, pero también es verdad que juegan con una gran intensidad y que pelean la pelota como si fuera la última, que tienen hambre de triunfo y que de a poco empieza a sumar puntos que, de mantenerse la tendencia y sacando ventaja del cociente cuando suman, le podrían alcanzar para salvarse.
Si el equipo de José Luis Sánchez Solá cree que por recibir en el Cuauhtémoc a un equipo con estas características los puntos están en la bolsa, podrían estar cometiendo un error garrafal y catastrófico, porque este tipo de partidos encierran situaciones diferentes a los demás, no olvidemos que por el momento estamos hablando del último y penúltimo lugar en la tabla de porcentajes, dos equipos que se están jugando la vida, dos equipos que bajo diferentes circunstancias pelean por lo mismo.
Muy importante será que todos los poblanos nos unamos por un fin común, la salvación, y para lograrla de inicio será vital que el estadio Cuauhtémoc pese como en antaño, que los equipos visitantes teman venir a jugar a Puebla y sientan el peso de la afición en la tribuna y del equipo camotero en el terreno de juego; sólo así se podrá lograr el objetivo. De inicio, la directiva ya dio el paso al poner los boletos a un precio de 50 pesos en todas las localidades y eso sin duda merece reflejarse en un lleno total. Yo no tengo duda de que la afición hará lo que le corresponde (llenar el estadio) y ahora sólo faltará que el equipo del Chelís refleje de una vez por todas su mejor versión en el estadio dos veces mundialista, sólo así los tres puntos se quedarán en casa y de alguna manera le podría dar cierto rumbo a lo que vendrá posteriormente.
Para ganar, la Franja deberá ser más agresivo que los tapatíos, muy eficiente en sector defensivo con una concentración plena y sumamente contundentes al frente, es decir que la mayoría de las que se tengan se conviertan en goles para la Franja.
La semana pasada, en Toluca vimos a un Puebla que ya por momentos jugó como al Chelís le gusta, con hambre, con ambición y lo más importante, con ganas de salvar la categoría; si se logran conjuntar todos estos factores, el equipo camotero debe llegar en estos próximos cinco partidos a la suma de al menos 20 puntos, lo cual sin ser lo mejor ni lo esperado, sí te pone en una situación de lograr mínimo 23 puntos el próximo torneo, con lo cual me parece que se estaría logrando mantener a la franquicia en el máximo circuito.
Así es que si los jugadores quieren oír, escuchen que este partido puede definir el futuro de la franquicia y también, ¿Por qué no decirlo? De sus propias carreras profesionales.
 
Lobos BUAP, con el destino en sus manos
Los universitarios que siguen jugando el futbol más espectacular de la división de ascenso tendrán que jugarse su futuro tanto en liga como en copa contra el mismo rival, un rival que además es el exequipo del técnico Ricardo Valiño, el equipo de los Venados de Mérida, el próximo viernes a las 17 horas en CU, jugando como locales y donde, de ganar, los licántropos estarían prácticamente asegurando su ingreso a la liguilla de la división de plata en México, y el martes siguiente en Mérida estarán disputando lo que son los cuartos de final en la copa en calidad de visitantes; vale la pena comentar que en caso de que en la copa tanto Lobos BUAP como Puebla FC ganen sus respectivos partidos, estos se estarán enfrentando en lo que serían las semifinales de este torneo, en el estadio Cuauhtémoc para definir quien de los dos estaría llegando a la final de la copa en este año, así es que, a decir verdad, los de la BUAP tienen en sus manos hacer historia y por primera vez ingresar de manera simultánea tanto a la liguilla como a la semifinal de copa.
Nosotros veremos y diremos.
 
Hasta la próxima.