El conflicto en Cholula agudizó más la crisis de credibilidad por la que atraviesa el gobernador Moreno Valle. El día miércoles dio marcha atrás al capricho llamado Parque de las Siete Culturas, el cual se reducirá, como platicamos ayer, a un simple trenecito.
Durante el anunció dejó en claro que no habrá expropiaciones y los terrenos serán para uso agrícola. Sin embargo, la declaración no dejó satisfecho a los cholultecas, quienes dudan de las palabras del inquilino de Casa Puebla.
Recordemos. Desde el principio del conflicto, el gobierno no fue transparente; además, intentó imponer por la fuerza el proyecto. No hubo dialogo y esto irritó a los poblanos.
Ahora, para sofocar —un poco— el incendio que él mismo provocó, sale con un discurso conciliador. Pero en las Cholulas no se tragaron el cuento y sólo le creerán hasta que vean cancelado el proyecto por escrito. Hasta entonces el pueblo no le va a creer.
Aunado a esto, continúa el enfado por el encarcelamiento y la persecución contra los opositores a dicho proyecto.
La sociedad demanda su libertad, ya que consideran exagerados los cargos que se les imputan. Sobre ese tema, el Señor de los Cerros hizo mutis.
El enfado aún no termina, si bien los cholultecas ganaron el primer asalto, esto aún no termina.
La soberbia del gobernador hoy comienza a pasar factura; los poblanos ya no se tragan las palabrerías ni los discursos elaborados desde Casa Puebla. Y un gobernante sin credibilidad se convierte en un esperpento del escenario político.
Y eso a la larga le pegará en sus aspiraciones presidenciales.
El calvario de los verificentros continúa
La pesadilla para los automovilistas poblanos que viajan a la ciudad de México aún no termina. Esto se debe al incumplimiento del gobierno de Moreno Valle de echar andar los verificentros a más tardar el 15 de octubre.
La fecha llegó; sin embargo, incumplió con su palabra y no presionó a Jorge Kahwagi para la apertura de dichos centros en la fecha marcada en la licitación.
Ahora será hasta noviembre cuando estén en funcionamiento; el anuncio fue curioso, no lo hizo de la forma tradicional; ahora aprovechó las redes sociales para difundir el mensaje y se apoyó de los medios y periodistas sujetos al tri pack. Les dictó cada línea, el script así lo marcaba.
Pero ese no es el conflicto, el verdadero problema es que las extorsiones continuarán y todo esto auspiciado por la falta de seriedad de las autoridades y por consentir al primo de Cabalán Macari. Todo sea en aras de un negocio redondo para la clase gobernante.
En más de una ocasión se nos ha dicho de la existencia de un acuerdo entre el gobierno estatal y el del Distrito Federal, la realidad es que la policía de la capital del país está haciendo su agosto; detiene a cuanto coche con placas de Puebla se le pone enfrente.
Es una auténtica mina de oro para los uniformados que se frotan las manos cada que ven un vehículo con placas de Puebla.
Y como dije hace una semana, el dueño del negocio de los verificentros no tiene ningún problema, toda vez que el junior boxeador vive en el DF y su socio viaja en su Agusta.