Para el morenovallismo gobernar de forma autocrática y con persecuciones políticas es la única forma para tener el control político de un estado.
Cuando todo parecía que el caso Chalchihuapan entraría en un letargo, el morenovallismo volvió a reactivarlo con lujo de violencia y prácticas para aterrorizar a la población de San Bernardino.
Mientras dormían los habitantes de San Bernardino Chalchihupan, la Policía Estatal, en un operativo abrupto, tirando puertas, rompiendo ventanas y con violencia, irrumpió en San Bernardino Chalchihuapan.
A las 4 horas del sábado 18 de octubre, la población dormía, el ruido de camionetas y de armas largas a las que les cortaban cartucho despertaron a las familias de hombres con supuestas órdenes de aprehensión.
"No te muevas, hijo de tu puta madre, esto es un cateo”, fue lo que alcanzó a escuchar el hombre que vio cómo hombres uniformados de negro, con chalecos antibalas, se llevaron por la fuerza a su hijo Raúl Contreras Montes, de 37 años de edad.
En el violento operativo de la policía morenovallista —que no ingresó por el acceso principal a la junta auxiliar, sino por rancherías aledañas y a escondidas— detuvieron a Florentino Tamayo Ponce, Raúl Contreras Montes, Vicente Juárez García, Álvaro García Xelhua y Fausto Montes, quienes están siendo acusados por los delitos de tentativa de homicidio, motín y ataques a las vías de comunicación.
Sin embargo, el primer grupo de detenidos por este caso fue acusado por los mismos delitos y liberado por falta de pruebas.
Los detenidos fueron golpeados, humillados y por más de 12 horas desaparecidos; además de comparecer sin sus abogados defensores, los cinco detenidos de la comunidad de Chalchihuapan rindieron su declaración preparatoria.
Por lo tanto, la CNDH, al enterarse, por medio de información periodística y quejas de los afectados, este viernes envió visitadores que entrevistaron a los familiares de los agredidos por los elementos de la Policía Ministerial.
Ayer, una vez más personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) visitó la comunidad de San Bernardino Chalchihuapan, luego de las violaciones a los derechos humanos que hubo durante el operativo en que fueron detenidas cinco personas.
De esta forma, el morenovallismo, aún sin dar cabal cumplimiento de las 11 recomendaciones marcadas por la CNDH, ya tiene una segunda investigación y por el mismo concepto: violencia excesiva de los operativos policíacos y violación de derechos humanos.
Un vez más el gobierno estatal trata de atemorizar a la población para demostrar quién tiene el poder en el estado.
Sin embargo, lo único que está provocando es que la sociedad civil se organice y luche por sus derechos. 
Y más aún, este tipo de acciones de represión policíaca tendrá un alto costo político para el grupo en el poder en las elecciones federales del próximo año.
Incluso, el Movimiento de Regeneración Nacional, en Puebla, condena la simulación del gobierno en el cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. “Pretende infundir miedo y temor entre los poblanos”. Por su parte, el Movimiento de Alternativa Social (MAS) reprobó el terrorismo de Estado aplicado la madrugada del sábado contra cinco habitantes de Chalchihuapan y contra el presidente auxiliar de La Resurrección.
Por el momento, Puebla se convirtió en “el reino del terror”.