La mañana del viernes, la "guillotina" de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) cayó sobre otros 40 elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), todos fueron avisados de su "baja" por haber reprobado el examen de confianza.
Los 40 llegaron a sus respectivas bases para recibir indicaciones y les dieron tres malas noticias, que no les depositaron su bono de 600 pesos mensuales, que tampoco les habían depositado su quincena y que habían sido despedidos por reprobar el examen de confianza, y sin más los conminaron a firmar sus renuncias.
Coincidentemente, de los 40 nuevos despedidos se encuentran 20 que estuvieron presentes en el fallido operativo de desalojo en Chalchihuapan, hasta parece que todos estos movimientos se acercan a como opera el crimen organizado.
Están terminando con los cabos sueltos, a los segundos mandos —subsecretarios— les dieron una patada en las nalgas, a los mandos medios los encarcelaron, a otros los están despidiendo, sólo falta que aparezca uno que otro ejecutado.
Por cierto, cómo hace falta que este gobierno demuestra que no manipula la información en todo el estado y que da a conocer los nombres de los seis mandos medios que se encuentran recluidos en el Cereso de San Miguel, sujetos a proceso, dos de ellos como presuntos responsables de homicidio, todos ellos implicados en el caso Chalchihuapan.
 
La PEP en crisis
Por alguna razón que usted y un servidor desconocemos, la SSPE se ha retrasado con el pago de los bonos de 600 que la Federación entrega como apoyo económico a elementos de la PEP, aunque hay casos de personal de esta corporación que sí lo han recibido, y a otros les dan largas diciendo que no ha llegado el “apoyito”.
Además, para "taparle el ojo al macho", les entregaron sus respectivas botas, por aquello de que no les han dado uniformes, pero con el detallito de que las botas son del número 28 y 29 y la mayoría de los polis son de pie chiquito, y cuando protestaron les dijeron que firmarán de recibido, "luego hacían los cambios".
No le extrañe al amigo lector ver a un policía correr y que se le salgan los zapatos.
 
‎Reconocen presencia de la PGR en Matamoros
El cateo a un bar karaoke ubicado en Izúcar de Matamoros, donde elementos de la Policía Federal Ministerial adscrita al COE (Centro de Operaciones Especiales), de la Procuraduría General de la República (PGR), detuvieron al administrador y a otros dos sujetos en posesión de una considerable cantidad de grapas de cocaína tuvo una importante aceptación por parte de la comunidad matamorense, principalmente los que han sido víctimas de asaltos violentos, incluso secuestros o extorciones.
Y es que cerca de donde opera un "narcobar" está los viciosos, los que atracan, lesiones y hasta llegan a matar para obtener dinero para sus dosis.
Un delito impulsa a otros.
En Matamoros la mafia de las drogas perdió a uno de sus principales puntos de su distribución.
Nos vemos cuando nos veamos.