Los resultados de la más reciente Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh), levantada por el INEGI a finales de 2011, permiten determinar la prevalencia de la violencia por cada 100 mujeres de 15 y más años. 
A partir de esta información es posible afirmar que la violencia contra las mujeres es un problema de gran dimensión y una práctica social ampliamente extendida en todo el país.
En Puebla, 63 de cada 100 mujeres de 15 y más años residentes en el estado han experimentado al menos un acto de violencia de cualquier tipo: emocional, física, sexual, económica, patrimonial, y discriminación laboral, mismas que han sido ejercidas por cualquier agresor, sea la pareja, esposo, novio, algún familiar, compañero de escuela o del trabajo, alguna autoridad escolar o laboral o bien por personas conocidas o extrañas.
Las mujeres más expuestas a la violencia de cualquier agresor son las de 40 a 49 años; 68.9% de ellas han enfrentado al menos un episodio de violencia o abuso.  
De las mujeres de 15 y más años que han tenido al menos una relación de pareja, matrimonio o noviazgo, 49 de cada 100 han sido agredidas por su actual o última pareja a lo largo de su relación. 
La violencia de pareja está más extendida entre las mujeres que se casaron o unieron antes de los 18 años (54.5%) que entre quienes lo hicieron entre los 25 y más años de edad (48.8 por ciento). 
Entre las mujeres que se han unido o casado dos o más veces, el nivel de violencia es mayor (56.1%) que entre aquellas que solo han tenido una unión o matrimonio (51.0 por ciento). 
Veintinueve por ciento de las mujeres ha padecido violencia sexual por parte de agresores distintos a la pareja, la cual incluye actos de intimidación, acoso y abuso sexual.  
Cada año, desde 1990 a 2013, han ocurrido en promedio 27 mil 863 defunciones por distintas causas; nueve de cada 100 de ellas correspondieron a muertes por causas externas, que comprenden las defunciones por accidente, por agresiones intencionales y por agresiones autoinfligidas.  
De 1990 a 2013 se registró el fallecimiento de 10 mil 471 personas a causa de agresiones intencionales, y de estos, mil 403 eran mujeres. En el periodo comprendido de 2008 a 2013 se observa un incremento significativo en los homicidios totales; tan sólo en estos seis años murieron casi 24.4% de todos los ocurridos a lo largo de los últimos 25 años, lo que es un indicador relevante del grado de violencia que ha prevalecido en el país en estos años. 
En 2013, se registraron en Puebla 15.4 defunciones por homicidio de hombres por cada 100 mil y 3.4 por cada 100 mil mujeres. Se observa un aumento importante respecto de la tasa de 2013 entre los hombres, pero no ocurre lo mismo entre las mujeres, donde la tasa se mantiene casi en el mismo nivel.  
La tendencia en la tasa de defunciones por homicidio muestra que es en 2013 donde la tasa alcanza su máximo valor.
Durante 2013 se registraron 237 defunciones por lesiones autoinfligidas: 188 de hombres y 49 de mujeres.
Las defunciones por lesiones autoinfligidas ocurren particularmente entre los jóvenes de 10 a 29 años (43.8%) y sobre todo entre las mujeres que en más de la mitad (57.1%) eran jóvenes de ese grupo de edad. 
Sin duda, con cifras para la reflexión, pero sobretodo para la acción. Como sociedad, no podemos tolerar el galopante crecimiento de la violencia contra las mujeres.