Ya estamos otra vez en Navidad: ¿Ya escribiste tu carta a Santa? A propósito de Santa, no sé de dónde salió esta jalada. En mi niñez te traía regalos el Niño Dios… hasta que nuestra maldición malinchista transformó a un Niño Dios en un méndigo panzón que tampoco es San Nicolás. Lo mismo sucedió con el “jalogüín” y el Día de Muertos, que, con todo y su calaverita de dulce, fueron volados del planeta en aras del dólar: pero no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre.
A propósito de compadres, ya fumaron la pipa de la paz EEUU y Cuba. Se terminó el Yanki, go home de los setenta para darle entrada a un Yanki, come home. Ve tú a saber qué arreglos macabros hicieron para lograr esto después de tantos años de mentadas. Imagino que pidieron la cabeza del Maduro venezolano a cambio, porque lo que han hecho allá no tiene nombre ni pies ni cabeza.
Se va otro año y “la cantina más grande de Puebla”, alias “la Recta”, sigue produciendo los mismos escándalos y desmadres, pero eso sí, es más insegura que nunca. Los changarros de ahí tienen que pagarle a un macuarro para que les cuiden a los comensales porque la policía sólo aparece cuando el mes termina en par y hay luna llena en el signo de “Tranza”.
Yo ya he escuchado por ahí que los cholultecas están pensando seriamente en hacer sus propias guardias civiles para ponerse a salvo de los peligros que los acechan, con uniforme y sin.
Me dijo la señora de la tienda que ella está más puesta que un calcetín para tomar las armas, porque ya la han asaltado tres veces en dos meses…”mientras que el wey éste dice que estamos a toda madre” dijo. Yo me pregunto a qué wey se estaría refiriendo. Al mesero de la fonda a la que voy le rompieron la cara a cachazos porque se opuso, a la roda le robaron hasta el pescado y las lechugas, mis alumnos los asaltan de todas tos y le vuelan sus compus…
La verdad no se a cuál o cuáles weyes se refiere mi tendera (pero me imagino).