Los alumnos del “Profe” Cruz, a lo largo del Clausura 2015, tienen la obligación de sacar el orgullo y el corazón para evitar el tercer descenso del club; el primero —ocurrió al finalizar el Torneo Verano del 99 al, empatar con Rayados en Monterrey 1-1; y el segundo en el Clausura del 2005, al perder 2-1 con Veracruz en el “Pirata” Fuente— no fue traumático y frustrante para la afición porque el entonces dueño, Francisco Bernat Cid, compró al ascendido Unión de Curtidores en una fortuna de 10 millones de dólares. La adquisición representó un récord para el balompié nacional y para los federativos un gran reto: obligar a los propietarios de los campeones de la Primera A a permanecer por lo menos un año. El Clausura 2015 augura para la Franja vivir una súper pesadilla, porque tendrá que jugar de visitante a lo largo de la contienda. La rehabilitación al Cuauhtémoc puede ser la tumba de los Camoteros y su propietario, Jesús López Chargoy, seguramente no desembolsará una suma superior a los 10 millones de dólares para asegurar la permanencia del club. La idea de Jesús es la de ver a Puebla como un auténtico gladiador partiéndose el alma en cada encuentro para evitar el descenso.
La suerte de Puebla puede variar a lo largo de la contienda si Tiburones Rojos y Leones Negros tienen un torneo malo. Pero Veracruz y la Universidad de Guadalajara tienen a su favor el confort del “Pirata” Fuente y Jalisco; sus estadios serán una fortaleza, mientras el Universitario de la UAP no tendrá esa magia porque la afición del Puebla no tendrá las comodidades del dos veces mundialista Cuauhtémoc. El retorno de los Camoteros al Universitario de CU, posiblemente sea el preludio de ver nuevamente el aburrido clásico poblano entre Puebla-Lobos. Al parecer la buena estrella del Puebla se extingue.
Pero los verdaderos hinchas de la Franja también tienen la obligación de dar la pelea desde la tribuna del Universitario para alentar a los pupilos del “Profe” Cruz para obligar a los jugadores a sudar sangre en cada duelo. La afición de Puebla tiene la obligación de colmare el Universitario y no darle la espalda como ocurrió a lo largo de los dos años en que Puebla jugó en la abominable Liga de Ascenso en –la que las 50 personas que acudíamos cada encuentro terminamos por ser amigos– ese par de años ni los propietarios de palcos y plateas acudieron, salvó los partidos de Liguilla. La afición del Puebla quedó demostrado es un fraude. La afición del Puebla en esta peliaguda y crítico momento ocasión debe asistir a partirse el alma por el supuesto equipo de sus amores.
La tarea del “Profe” Cruz y sus muchachos es la de sumar de a tres puntos en el Universitario y conquistar empates cuando viaje a la ciudad de México, Guadalajara, Torreón, Morelia y Chiapas.
Lamentablemente, la permanencia del Puebla depende también de Leones Negros y Tiburones Rojos, que se han reforzado con jugadores de calidad, según cuentan sus directivos. Es más nacionalizaron a más de un jugador extranjero para alinear hasta siete u ocho futbolistas. No cabe duda que en la guerra todo se vale.