1.- La UAP, como institución alma mater, progenitora de centenas de miles de profesionistas de ciencias exactas y humanidades, hace tres décadas era poseedora y propietaria de una imagen institucional dedicada en cuerpo y alma al combate social.
1.1.- Tal prestigio fue debidamente ganado al acaudillar o apadrinar cualquier movimiento de inconformidad ciudadana ante pésimos gobiernos o ante injusticias cometidas por los cuerpos patronales, que no empresariales, de esos días.
1.2.- Naturalmente que las marchas, plantones, huelgas y actos casi insurrectos de corte callejero obligaban al estudiantado a dejar de lado el objetivo toral de cualquier centro de educación superior, que se reduce en todos los ámbitos educativos mundiales a:
1.3.- Generar inteligencia en sus cuerpos académicos.
1.4.- Reproducirla en sus aulas para sus educandos.
1.5.- Difundirla hacia la sociedad.
2.- Ante tal descrédito bien ganado en una provincia de capitalismo atrasado, en un país de tercer mundo perteneciente al subcontinente marginado, el Latinoamericano, solamente los profesionistas egresados de la UAP de Ingeniería Civil, así como uno que otro arquitecto, obtenían empleo, pues la escasa planta industrial o la de servicios preferían importar mano de obra universitaria alejada de los problemas sociales.
3.- Fue bajo el rectorado de Alfonso Vélez Pliego que se inició en forma discreta, casi aleatoria, el rediseño de la imagen institucional de nuestro toral centro de estudios.
3.1.- Para este objetivo determinante era la existencia del periódico dirigido por el genial, juiciosamente imparcial y “químicamente honrado” (decía Mario Vargas Saldaña) Gabriel Sánchez Andraca. El diario fue uno de los instrumentos para el rediseño mencionado. En sus páginas se discurrían contiendas con polémicas, donde la dirigencia administrativa universitaria de esos días dirimía en forma civilizada controversias de corte ideológico, dejando las calles y plazas como sitios de agitación universitaria.
4.- Ignoro en qué momento los contratos de publicidad pagada a los medios impresos, televisivos o radiofónicos iniciaron un proceso de endiosamiento de los rectores en turno, omitiendo intrasociedad, la información científica y tecnológica que cualquier centro superior de educación en cualquier parte del mundo civilizado está obligado a divulgar.
5.- Es bajo el actual rectorado, en un sólo año, que la información impresa, radial o televisiva privilegia la imagen institucional sobre la imagen personal. Es común ahora enterarnos de todos y cada uno de los logros obtenidos por académicos, investigadores, educandos, cuando anteriormente servían los mismos espacios para decorarlos con la figura del rector en turno dominando al cien por ciento la nota informativa.
Esto se logró gracias al self made man de apellidos Avendaño Arenaza, el cual impulsó como profundo dominador de la creación de imágenes desendiosar lo personal para exaltar lo comunal. Que actuó bajo órdenes estrictas de quien le dio el encargo ni duda cabe.
En los centros educativos de países civilizados las cadenas de mando no admiten órdenes en contrario.
Deseable el no retorno de la publicidad, ésta vende productos. La propaganda vende ideas. La ciencia y la tecnología necesitan de la segunda, no de la primera.
Nuestra casa
Las mesas guerrilleras de café esperan con entusiasmo la llegada de los manjares de Semana Santa.