La Procuraduría de Justicia de Puebla contó una mentirilla este fin de semana acerca de la investigación ministerial del secuestro y posterior ejecución del joven estudiante de nivel preparatoria del ITESM campus Puebla Antonio Sebastián Rivera Préstamo.
Cinco días antes de que Víctor Carrancá Bourget comparezca ante la Legislatura local como parte de la glosa del informe de Rafael Moreno Valle, la dependencia emitió un comunicado para anunciar la detención de uno de los tres presuntos cómplices del plagio y homicidio… sin presentarlo.
Detrás del garlito por la aún probable condición de menor de edad del detenido, no fue fotografiado y luego difundida su imagen como ha sucedido en casos pretéritos. En consecuencia nadie lo vio, pero existe dice una dependencia ostensiblemente ha mentido en otras ocasiones.
Santo que no es visto despierta sospecha. Dudar de la veracidad del despacho informativo de este domingo ante hechos contumaces es pertinente. La mentira como forma de legitimar ilegalidades forma parte de los usos y costumbres en el edificio de la 31 Oriente.
Pertinente es recordar la patraña de la “ola expansiva” como factor para que el niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo perdiera la vida en el desalojo de la autopista Puebla-Atlixco en julio de 2014. En septiembre desmintió esa coartada la Comisión Nacional de Derechos Humanos, lo que mereció emitiera la única recomendación por violaciones graves en todo el país, en 2014.      
No sólo nadie vio al presunto detenido del caso que no ocupa. Falta detener otros dos cómplices, pero esa chamba le corresponde a la Unidad Antisecuestros… de Veracruz, misma dependencia que encontró el cadáver del Rivera Préstamo en las inmediaciones de Misantla. 
No sólo adolece de verosimilitud el comunicado de prensa, tampoco es coherente: “El 06 de febrero del año en curso, aproximadamente a las 16:00 horas el joven estudiante salió de las instalaciones educativas (ITESM) para visitar a su mamá quien se encontraba hospitalizada en la Beneficencia Española (centro histórico), e hizo escala (sic) en un establecimiento de venta de alimentos ubicado en la entrada del Fraccionamiento Lomas de Angelópolis (San Andrés Cholula) de esta ciudad capital (SIC)”.
No existe siquiera un asomo de equidistancia entre los tres puntos señalados. ¿No pudo salir del Tec de Monterrey la víctima, girar a la derecha y hacer escala en unas 40 opciones de expendios de alimentos entre la escuela y el hospital en el que se encontraba su madre?   
Ignora la Procuraduría de Justicia que Lomas de Angelópolis (el fraccionamiento en el que habría comprado alimentos) se encuentra a por lo menos cuatro kilómetros del centro de estudios referido en sentido absolutamente contrario al hospital de la Beneficencia Española y que la ubicación del desarrollo habitacional no corresponde a “esta ciudad capital”, sino a Cholula. 
¿La compra de alimentos con el probable responsable del secuestro y homicidio (que nadie ha podido ver) a bordo del vehículo sucedió en la entrada norte de Lomas de Angelópolis, sobre avenida Del Castillo, por Periférico Ecológico o en Sonata? 
En el comunicado de prensa se asegura que los otros dos cómplices son originarios de Xalapa, la capital de Veracruz, según refirió la Unidad de Secuestros como si también se trata del Registro Civil de aquél lugar. El sitio en el que habría sido encontrado el cuerpo sin vida de la víctima se ubica a más de 70 kilómetros de distancia de donde fue hallado el vehículo propiedad de Rivera Préstamo. Sobran preguntas y las respuestas no llegan.
Como tampoco han explicado si forma parte de los protocolos de actuación ministerial en este y otros casos, el uso del vehículo asignado al procurador Carrancá Bourget así como su coordinador de escoltas Lauro Rafael de la Torre Panduro y otros en la tragicómica actuación a bordo de un camión de transporte público el 13 de febrero para detener al “sospechoso” Christian Biffano. 
Hay razones de sobra para suponer que el comunicado de prensa en el que se anuncia el esclarecimiento del plagio y secuestro desde la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto (DGADAI) forma parte de otra puesta en escena como otras en las que han sido pillados. 
Tal vez bien valga la pena para que el procurador de Justicia salga bien librado de su exposición en el Legislativo, este viernes.