1.- Pablo Ramón Loreto ha sido uno de los grandes proveedores de arte para la poblanidad de sus días. Si bien su negocio estaba dedicado abrumadoramente al surtido de marcos para cuadros de familia, esencialmente se vendían esculturas de madera noble enriquecidas con hoja italiana de oro de 18 kilates. Sus piezas eran dedicadas totalmente al culto de la cristiandad.
2.- Eliseo Martínez Vigueras, político profesional vivía para su trabajo, su familia, su partido y sus amigos.  Como todos estos dominaban algún campo de las artes o de la intelectualidad, comportábase al mismo nivel que ellos llegados los tiempos para demostrar algún acto, invariablemente en beneficio social.
3.- Fernando Ramírez Osorio dominaba con maestría  las tareas  pictóricas.   
4.- La Joya edificial de Santo Domingo, la cual encierra el oro dentro del oro en la Capilla del Rosario, joya  esplendorosa de presencia única en el mundo, puede apreciarse en su grandiosidad  gracias a que Fernando Ramírez Osorio, Pablo Ramón Loreto, Eliseo Martínez Vigueras, junto a otros ciudadanos de sus días lucharon cuando no estaba de moda  hacerlo en favor del patrimonio edificado.
4.1.- Ellos y nadie más de  la Angelópolis de esos días, usando las artes de la propaganda evitaron  impedir que propietarios sin  visión de futuro estético hubiesen dado otro fin a sus casonas.
5.- Los diarios de esos días —sí existen en la hemeroteca—, comprobarían la existencia de pronunciamientos a favor de todo lo edificado en el centro histórico; de ruedas de prensa  donde lo expresado  por los ahora fallecidos: Fernando Ramírez Osorio, Pablo Ramón Loreto junto con Eliseo Martínez Vigueras, iba vinculado al:
a).- Crecimiento histórico de los bienes turísticos.
b).- A la generación de empleo.
c).- A la preservación de nuestra cultura, fortaleciendo el amor a la Matria por un principio identitario.  
5.1.- No fue fácil  su lucha ¿hay guerras cómodas?, toda vez que la clerecía atrasada informativamente como ahora, no decantaba su opinión ni a favor ni en contra.   No  a favor, pues los vindicadores del patrimonio edificial eran “liberales” supuestamente masones amigos fraternos de los pensadores más avanzados de esos días: Los Luyando; los Aguirre Beltrán; los Rivera Terrazas; en fin los incendiarios de los anacronismos sociales.
6.- No en contra, pues los propietarios de los inmuebles supuestamente eran adalides locales del catolicismo.
7.- La integración física de Fernando Ramírez Osorio hacia la “phantocreatora”, es dolorosa  para sus parientes consanguíneos o legales.   Para sus amigos el  profesionista, el profesional del arte, no será más que una ausencia del dominador de todas las técnicas cromáticas,  de vanos, de espacios, de figuras fractuales, acomodadas a los muros de metros cuadrados sin límite, o a los medibles marcos con tela.
Ramírez Osorio ya está en las páginas de la microhistoria por hacerse del Centro Histórico  Angelopolitano, tócale ahora en el 2015 iniciar a Jorge Vergara Berdejo el discurso de su patrimonialización mundial.

 

Nuestra casa


294,000.000 han sido obtenidos por excesiva velocidad generada por conductores no educados en el respeto a su vida y a la de los peatones: El sentido  común indica que serán destinados a la educación  para la movilidad.