Fue en el rancho “Agua Salada”, municipio de Alpuyeca, adelante de Cuernavaca, donde la primavera vive en eterna armonía con todo lo que ahí acontece como la gran corrida anunciada de “rejones” el pasado sábado, estando acartelados: el navarro Pablo Hermoso de Mendoza, el capitalino Emiliano Gamero y entró al festejo de última hora el jovencito Alejandro Zendejas, en sustitución de Sebastián Torre, quien sufrió fracturas de ambas manos por caída del potro mecánico: motocicleta.
En tarde agradable y calurosa se lidiaron toros de “Rancho Seco” de don Sergio Hernández González y de “Los Encinos”, de don Eduardo Martínez Urquidi. Los seis de buena presentación y mejor comportamiento, embistiendo y atendiendo con prontitud a los caballeros montados. La docena de orejas que traían se las llevaron puestas, salvo el segundo, primero de Hermoso de Mendoza, el tercero, primero de Gamero, y el que cerró plaza, el sexto lidiado por Zendejas, joven rejoneador que muy cera, a punto estuvo de salir triunfador con el corte de un par de peludas, quedando el triunfo en una, por descabello certero al primer intento. 
Al contrario de lo ocurrido con sus alternantes que llegaron con los rejones de muerte mal afilados y poco certeros ellos en la suerte máxima ejecutada desde las monturas. 
Festejo en el que se confrontaron los grupos de Forcados de Mazatlán y los mexiquenses del estado de México, realizando cinco pegas de las que resultaron triunfadores los mazatecos.
De los toros, a sobresalido el lidiado en tercer lugar, primero de Gamero, ya que abrió plaza Zendejas y cerrando, en su calidad de novillero a caballo y sin alternar con sus compañeros de “alternativa”; toro cárdeno de pinta que recibió el honor de ser arrastrado al paso lento de la cuadra de arrastre, número 186, con 530 kilos de nombre “Amistoso” de la ganadería de “Rancho Seco” 
Con la alegre música de viento interpretada por los “tocotines” de la región; buena entrada en los tendidos, gente de muy buen diente, de buen comer, que antes de la corrida se reúne en los diversos restaurantes en torno a la plaza, donde se degustan asados y buenos cortes de carnes provenientes del abundante y buen ganado de calidad que por esa región pase, acompañados de buenos vinos y como aperitivo excelente mezcal de denominación de origen.  

 


La muy peculiar y típica Banda de Música de la localidad, que con mucha enjundia tocaron alegres pasos dobles y música mexicana acorde con las suertes del rejoneo.

Vista de la bella plaza del rancho “Agua Salada”. Tras el contorno de la nariz de don Quijote, se aprecia en el tercer nivel, el restaurant bar VIP, al que se tiene acceso por el palco del juez. ¡Buen detalle!

Garrocha en mano y haciendo la añeja suerte de llevar al toro con movimientos de ella, inició Emiliano Gamero la lidia de su primero.

El caballero en plaza, Pablo Hermoso de Mendoza, como siempre, dictando cátedra de maestría ante el conocedor público de la región donde prevalece una gran afición caballista.

Buena pega al primer intento y con el cabo “de pega” de los Forcados de Mazatlán bien sujeto a la cabeza del “Rancho Seco”.  

Divisa rojo y caña de la ganadería de “Rancho Seco”, que envió toros de buena embestida para los de a caballo con “Arrastre lento” a uno de ellos.