La estridencia desplazó la propuesta y el debate en las campañas en Puebla. El encontronazo de dos grupos de barrio antagónicos en un acto de campaña arrastró al despeñadero a dos equipos adversarios entre sí, pero necesitados de ser escuchados por la sociedad para distinguir una propuesta de otra y decidir en consecuencia.
No perdió uno, ni ganó otro. En realidad los proyectos del Partido Acción Nacional y del Revolucionario Institucional fueron desplazados del proscenio para que se instaurara la diatriba y la acusación que solo dejó el hedor de la pólvora del fuego mutuo.
Del episodio del miércoles en el Barrio de la Luz hay agraviados y noson solo los actores en la contienda. Perdieron en primer lugar los pobres artesanos a quienes se les destruyó la venta para la jornada de miércoles que no es mucho, pero lo es todo para un gremio que vive en la inmediatez del día a día.
En lontananza se advierte el juego sucesorio de 2016. El aspirante a la diputación federal por el PAN, Ángel Trauwitz es una de las cartas con que el gobernador Rafael Moreno Valle trabaja su propio relevo el próximo año; por el otro, el candidato del PRI, Víctor Giorgana es posición del presidente Enrique Peña Nieto.
Cuentan que en una reunión en Los Pinos en evento público con la presencia de legisladores locales, el inquilino de Los Pinos dijo al priista muy en corto, siempre tomado del brazo: “tendrás noticias mías”. Pocos días después fue llamado para ocupar la candidatura priista por el distrito por el que compite frente a Trauwitz Echeguren.
No solo se compite por ocupar un lugar en la Cámara de Diputados federal que tiene un plazo perentorio de tres años. En perspectiva hay más en juego y la responsabilidad es variable que no debe ser desdeñada. Son palabras mayores, como lo escribió el cronista del poder en México en el siglo, Luis Spota.
En realidad hay más en juego y debe haber conciencia de ello. La acusación mutua por un evento desafortunado en medio de la campaña denigra el nivel de la política, el debate público y va en desdoro de los perfiles de los abanderados cuyos proyectos son de largo aliento.
No perder de vista esa circunstancia es obligado para ambos equipos y sus candidatos, así como el respeto a la inteligencia de sus interlocutores que somos los ciudadanos.
En el sótano…
1.- Mientras el senador panista Javier Corral pontificaba desde Puebla sobre el legitimidad del proceso que llevó a la dirección general del Congreso a la poblana Blanca Lilia Ibarra Cadena para impedir su ascenso, en la Ciudad de México le rendían protesta a la comunicadora y paisana. El timing del aguerrido senador falló tanto que hasta presidenciable se sintió.
2.- Lo escribió Alberto Aguirre en la columna Signos Vitales de El Economista. El dirigente estatal de Nueva Alianza, Gerardo Islas Maldonado podría tener un pie en el estribo de la combi que lo lleve a la dirección nacional del partido turquesa. Cercano a la familia de Elba Esther Gordillo y del gobernador de Puebla, “antes deberán mantener el registro”, escribió el columnista.
3.- Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública del estado aseguraron al reportero que detrás de la intención de concesionar todo tipo de productos y servicios en los Ceresos (comedores y visitas conyugales, por ejemplo), está la intención de imponer una empresa propiedad del subsecretario Armando Valencia Velasco, como ya sucede con los alimentos que se sirve en las cárceles a través de Serel SA de CV, detrás de la cual están los intereses de este policía federal y mando policiaco aquí cerquita. ¿Y su nieve?