¿Cuál es la sanción penal o administrativa para quien o quienes se niegan a prestar atención a una víctima de un delito, en este caso privación ilegal de la libertad e intento de violación?
¿Qué puede pensar el lector si un servidor le comenta que aquellas frases de que en la Procuraduría General de Justicia "nadie está por encima de la ley", cuando no sólo se necesita ser amigo del gobernador para pisotear a la justicia?
La agresión
Lo que le voy a comentar ocurrió cerca del medio día del lunes 11 de mayo, en la 10 Poniente y 5 Norte, donde se encuentran al menos cuatro locales que son propiedad de un comerciante al que todos conocen como "El Chato".
Cerca de estos negocios hay una vecindad, en este lugar fue donde por más de dos horas una menor de 13 años de edad estuvo privada de su libertad a manos de tres sujetos que se regocijaban con sus gritos y sus llantos a la vez que la manoseaban y le iban arrancando sus ropas.
La joven estuvo a punto de ser violada, cuando ya sus fuerzas la habían abandonado, cuando de sus ropas ya no quedaba nada, una vecina se aventuró y comenzó a gritarle a los agresores para que dejarán en paz a la niña, que ya venía la policía y estos salieron corriendo.
La historia de esta menor o más bien dicho la tragedia de esta menor apenas iniciaba
La agresión de la justicia
La menor acudió con sus padres a la Agencia del Ministerio Público de Delitos Sexuales y Violencia Familiar.
Como sus padres son comerciantes, por llegaron acompañados de otros vendedores, todos ellos del comercio informal.
El trato que recibieron al llegar a la Delegación de Delitos Sexuales fue deprimente.
A la menor afectada no le dijeron que estaba inventando, porque la niña en ese momento pasaba por el proceso de una agresión sexual, además de que tenía huellas de violencia, hasta los chupetones de sus agresores.
Sin embargo no fue suficiente, la secretaria y su jefa, la ministerio público, estaban muy ocupadas para poderla atender, como si su humilde presencia les molestara, como si su olor las ofendiera.
Y entonces, de mala gana, abrieron un expediente por "ataques al pudor", olvidándose de la privación ilegal de la libertad, olvidándose de acudir al lugar donde fueron los hechos para una inspección ocular, olvidándose de "proteger" a la menor de edad.
¿Por qué?
Es pobre, no llevaba dinero para "las copias", no tiene amigos políticos, no pertenece a ningún partido.
Por lo que usted quiera.
Los agresores están identificados
Y aunque usted no lo crea, a la menor tampoco le hicieron caso cuando aportó datos de sus agresores, cuando aún había flagrancia en el delito.
Uno de los agresores es hijo de este comerciante apodado "El Chato", los otros dos son los empleados de la tortillería que se ubica cerca de esta vecindad.
Nada más le faltó llevar a los investigadores de la mano para que cumplieran con su deber.
"Qué bonita justicia"
Nos vemos cuando nos veamos.