Considerado como un “mito urbano” que llegó con el periodo de la alternancia en Puebla, el proceso de equipamiento para el espionaje con propósitos de sujeción, persecución o sometimiento político en la administración de Rafael Moreno Valle Rosas, el gobernador que busca la candidatura presidencial panista está al descubierto.
La estrategia de vigilancia y seguimiento de las actividades de quienes adquirieron estatura de adversarios del régimen quedó en manos de un personaje sin escrúpulos que todo mundo ubica, teme o rechaza, según le ha ido en el sexenio que llega a su ocaso en 2016.
Se trata del diputado local del PAN, Eukid Castañón Herrera, curiosamente colocado en el primer lugar de la lista plurinominal de la cuarta circunscripción panista en la elección federal pasada.
Sólo en Puebla puede suceder que tras haber sido desnudado como el operador del sofisticado aparato de inteligencia ilegal que ha captado comunicaciones privadas de dos senadoras (Blanca Alcalá Ruiz y Lucero Saldaña); una secretaria de Estado (Rosario Robles Berlanga, de Desarrollo Social); su subalterno (Juan Carlos Lastiri Quiroz, subsecretario); y hasta un pariente del Presidente de la República (Alfredo del Mazo Maza) no haya sucedido absolutamente nada (http://e-consulta.com/opinion/2015-06-05/espionaje-al-descubierto y http://www.sinembargo.mx/06-06-2015/1369796).
La trama del apoderamiento del equipo de espionaje que ahora opera a su antojo el plomero del sistema en el estado, echó a andar casi con la salida del primer secretario de Gobernación en la administración de Moreno Valle, Fernando Manzanilla y el arribo de Luis Maldonado Venegas a esa dependencia.
Con el primero se elaboró el reglamento interno del Centro de Análisis Prospectivo (CAP) en octubre de 2011 y que de acuerdo con el documento que lo crea “tiene como funciones y atribuciones fungir como instrumento para fortalecer la gestión gubernamental de manera sistemática para la oportuna y eficiente toma de decisiones, generando productos analíticos relativos a la coordinación de flujos de información de las instituciones gubernamentales y de los diversos sectores y grupos sociales”.
La estructura diseñada para estos fines desde la óptica institucional no aparece siquiera en el organigrama de la Secretaría General de Gobierno, como se puede advertir en el portal de Transparencia del Gobierno de Puebla http://www.transparencia.puebla.gob.mx/index.php?option=com_content&view=frontpage&Itemid=98&v=1.
Con el tiempo la estrategia de trabajo de espionaje con propósitos de gobernabilidad se convirtió en el aparato de persecución más acabado de una administración que ya se distingue por su proclividad por perseguir, encerrar o acallar a la oposición.
Fiel para interpretar esa política de persecución que la panista Ana Teresa Aranda define como la práctica de los tres “ierros” porque en Puebla la disonancia es sinónimo de encierro, destierro o entierro, Castañón Herrera se apoderó de toda la estructura física de espionaje y desplazó a sus creadores. Al final se quedó con todo.
La narrativa documental que posee este reportero establece la hoja de ruta para llegar a ese propósito.
Cuando el 21 de octubre de 2014 el periodista Alejandro Mondragón publicó en el portal noticioso Status Puebla la ficha de José Antonio Celorio Mansi como el “espía telefónico” del gobernador de Puebla, el autor de la columna Al Portador era sin saberlo parte de una estrategia para comenzar a quitar de en medio a elementos que en términos operativos estorbaban a Eukid Castañón.
Celorio Mansi, Héctor Arrona y Joaquín Arenal Romero, el exdirector del Cisen y exoreja de cabecera de Elba Esther Gordillo Morales eran personajes desechables ante los embates del plomero del mandatario poblano que trazó los nuevos objetos del sistema de espionaje: priistas, panistas, industriales y periodistas.
En diciembre de 2012 ya habían sido citados personajes que no dieron descanso a sus “25 objetivos” http://fernandomaldonadoglz.blogspot.mx/2012/12/parabolica-en-el-ojo-deinteligencia-25_4.html.
Ya en las Torres JV, en la colonia La Paz, en el zócalo de Puebla o en la Casa Azul a un costado de Casa Aguayo, el equipo valuado en más de 32 millones de pesos ha tenido que ser reubicado cada vez que la coyuntura lo amerita.
El 29 de agosto del año pasado cuando el diputado federal del PRI, Enrique Doger Guerrero, acusó directamente a Eukid Castañón de poner en marcha una campaña intimidatoria, debieron mover el equipo que había sido instalado en un inmueble con una fachada que parecía impecable: Instituto Técnico de Comercio Exterior, localizado en la calle 1ª. Cadete Vicente Suárez #2013, a un costado de la iglesia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.
Una tarjeta informativa de prioridad “alta” establece que desde hace tiempo opera en el Distrito Federal “por diversas razones, pero la principal es el proyecto Presidencial de Rafael Moreno Valle”.
Cita además que “es con su equipo de espionaje realizarán dicha tarea en contra de los panistas a nivel nacional, sobre todo las cabezas y líderes (incluyendo a Margarita Zavala) a fin de, en caso de que no apoyen al mandatario estatal, los obliguen a hacerlo con la información que recaben vía telefónica”.
La información que deriva del prolijo archivo cobra especial dimensión cuando la esposa del ex mandatario anunció su intención de contender por la Presidencia de la República, lo que la convierte de facto en la adversaria a vencer en la interna del Partido Acción Nacional.
El espionaje ilegal, impune

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