Hace casi un año, el 27 de agosto la entrega de la columna Parabólica para el blog que lleva el mismo nombre llevó como título: Todos los caminos conducen a Beltrones (http://fernandomaldonadoglz.blogspot.mx/2014/08/todos-los-caminos-llevan-beltrones.html). 
Se trataba de un ejercicio de análisis en torno al crecimiento de la figura del coordinador de la bancada del PRI, el hombre que supo del valor de la reinvención después de aquél 22 de noviembre de 2011 cuando en un menaje lleno de símbolos para declinar a sus aspiraciones presidenciales, concluyó “mañana empiezo otra vez”.
Al momento de escribir esta columna Google arrojaba un total de 463 mil resultados en torno al virtual dirigente nacional del PRI a partir de la próxima semana, según trascendió en la prensa nacional. 
Manuel Velasco, el gobernador de Chiapas y militante del Verde felicitó al experimentado político, aún y cuando ni siquiera hay convocatoria para conocer el método del competidor. Revivió el chiapaneco lo tiempos de la cargada, una reliquia de la clase política en tiempos tan remotos que ni Twitter existía.
Si Beltrones Rivera se convierte en el nuevo dirigente del partido del Presidente de la República será el segundo sonorense en asumir la conducción del partido más temido y también más odiado del país. 
Antes lo fue un paisano suyo Luis Donaldo Colosio Murrieta del 3 de diciembre de 1988 a al 13 de abril de 1992, dos años antes de que fuera victimado por Mario Aburto Martínez en la colonia de Lomas Taurinas, en Tijuana cuando hacía campaña como candidato presidencial.
La capacidad de operación del presunto próximo dirigente priista ha llevado a que se haya construido en torno a su figura una leyenda negra que abarca desde el periodo en que fue gobernador de su natal Sonora, entre 1991 y 1997. 
Un episodio ignoto tiene que ver con la publicación en primera plana del diario de mayor circulación en Hermosillo de una mujer en brazos de su amante, el instructor de un gimnasio para señoras de maridos potentados. 
Se trataba de la esposa de un viejo opositor del gobierno de Beltrones Rivera. La clase política de la época en aquel estado asumió de inmediato dos hipótesis: Que se trataba del cobro de una vieja factura política sin saldar; y por otro lado, que el gobernador sabía de la utilidad de la información reservada.
Como esta, hay incontables anécdotas y mitos urbanos que se entretejen en el imaginario de la clase política nacional.
La anécdota aquélla la debe tener con mayor precisión Víctor Mendoza Lambert, su exdirector de Comunicación Social, un veracruzano que hizo carrera en la tierra natal del virtual próximo líder del PRI y que ahora conduce un noticiario local por cable desde Hermosillo.
Pero la realidad hoy precisa no olvidar agravios del pasado. En las alforjas de Manlio las fotos de operadores de Rafael Moreno Valle, el gobernador que tiene al rudo Eukid Castañón en la operación política y que contrató a Joaquín Arenal, el exagente del Cisen a quien tampoco olvida. 
Los saldos deficitarios para los afectos que Manlio tiene en Puebla con nombre y apellido tienen vigencia y el tiempo corre.