La Biblia tenía razón y se repite la historia de Caín y Abel. Los personajes son ahora los hermanos Moreira: Rubén y Humberto caciques, siéntese-dueños, invasores de tierras, roba vacas, en su estado Coahuila, donde tienen antecedentes que se remontan a su adolescencia, desde siendo hijos de modestos profesores, en sus escuelas pronto aprendieron a sembrar el pánico.
En el caso de Rubén su poder se limitaba al control total de algunas calles en su colonia Alamedas de Saltillo, donde junto con algunos niños golpeadores, sembraba el miedo, robando y haciéndose expertos en lo que hoy se llama “Bullying”. Ya luego, en la Escuela Normal Superior del Estado se graduaron de “Porros”, y de ahí, amantes apasionados del poder y la explotación de los demás; fueron colocando a sus pandilleros en puestos del gobierno y ellos ascendiendo hasta donde, primero: Humberto y hoy,Rubén, lamentablemente han llegado, la gubernatura de un estado a punto de la quiebra y ruina total, donde los balazos y terrorismo es la conducta normal y diaria que emana desde las más altas esferas. (Con información de la web: TAUROMAQUIA PATRIMONIO CULTURAL)
Pero, la Sagrada Biblia tenía mucha razón al preconizarnos y advertirnos lo que puede llegar a pasar entre los seres humanos: la historia de Caín y Abel se repite. Los protagonistas son ahora Rubén y Humberto.
En la ciudad de Saltillo, muy taurina de una cultura admirable, donde vio la luz el maestro Fermín Espinoza “Armillita”, cuyo nombre lleva la plaza de toros que ahí existe. Un espléndido “Museo dela Cultura Taurina”,fue inaugurado por Humberto en el año de 2009, en cuya placa alusiva se lee: “…COMO JUSTO RECONOCIMIENTO A LOS COAHUILENSES QUE HANDADO PRESTIGIO A LA CULTURA TAURINA EN MÉXICO Y MÁS ALLÁ DE NUESTRAS FRONTERAS”.
Y, llega el hermano Caín: Rubén y quiere darle en la madre a todo lo hecho por el hoy odiado hermano.
Sí usted quiere más datos de Rubén, llamado “el Zerevro” quien casó con una diputada federal del estado de Hidalgo, de cuyo nombre no vale la pena acordarse, llamada “la Serrana”; se desenmascararon frente a su pueblo y para celebrar sus nupcias se olvidaron de sus discursos de campaña cuando gritaban ser “serranos e hijos del pueblo”, y se sirvió un menú de cinco tiempos con platillo principal a base de “Cabrería a las finas hierbas”.
Se sirvieron, como ellos mismos y sus invitados pedían: “güiskies”, “cogñacs” y vino tinto de la Rioja, vinos blancos y por supuesto tequila y mezcal. En ese banquetazo los únicos asistentes provenientes o gente del pueblo eran la servidumbre y los aseadores de los sanitarios.
La “prohibición” de festejos taurinos que el “goberladrón” ha logrado con el voto incondicional de sus compinches levanta-manos en el Congreso local, sólo lo explican: Un coraje tremendo, un odio desatado por envidias de poder, lo que puede llevar a uno a prohibir públicamente lo que el otro elogió y favoreció. Claro que existen otras muchas razones de índole político, quiebras y fracasos económicos que mueven estos desatinos. Pero Usted interesado y motivado lector, digo sí ha llegado a este punto de la lectura, se ha preguntado: ¿Quién está detrás de todo esto? ¿A, quiénes mueven o logran mover?
En primer lugar: ¿A quién le interesa más que a nadie promover el animalismo, el amor desmedido y mal enfocado a los animalitos? Quiénes van a ganar grandes cantidades una vez que los pobres e indefensos animalitos sean más que humanizados?
¡Bingo! Ya acertó Usted!Los fabricantes de alimentos, juguetes, ropita, collares, camas, casitas y cuánto utensilio más se les ocurre para perritos, gatitos y demás mascotas que deben YA ser humanizados para favorecer la venta de sus productos: Ladrina, Purina. Croquetas “Campíon”, “Pal´perro”, “Pal¨gato”; ya existen productos, enlatados; empacados al alto vacío y hasta “alpiste vitaminado” para que los canarios canten más entonados. Ocurre que no,no nos habíamos dado cuenta de la gran proliferación de estas marcas, de estos productos y la cantidad de tiendas y depósitos a granel que comercializan eso que los güeyes animalistas inocentes, pero bien agresivos defienden.
Segunda pregunta: ¿Quiénes son los sujetos ideales para convertirlos en activistas, fieles asistentes a manifestaciones, desmanes y demás actividades anti-todo? ¡Bingo, otra vez! ¡Acertó Usted de nuevo! Los garrapastrozos, vestidos con girones de descoloridos “bluegeans” y pedazos de camisetas ya sin mangas. Esos lo que acuden a cualquier acto de protesta a cambio de un porro de verde humeante.
Pero la respuesta de los taurinos ya se está viendo. Las fotos incluidas en esta nota lo dicen todo.
La respuesta no se hizo esperar: Así “GOBERLADRON” bautizaron a un novillo lidiado en la octava de la temporada Chica en la Plaza México.
En “El Coliseo” de Torreón, flamante plaza de toros, por cierto hermana mayor del futuro “Coliseo de Puebla” el empresario matador Arturo Gilio logró meter a una novillada el domingo 4 mil 500 aficionados, eventos a los que normalmente asisten 500 a 800 personas. ¡Un exitazo la respuesta”. La foto es elocuente.La novillada se dio al grito de ¡Libertad!
Una vez en el ruedo el novillo “Goberladron” en los tendidos acrecentaban las manifestaciones de protesta contra la maldita prohibición.
Resulta increíble que a Ernesto “Che” Guevara, ídolo, inspiración de generaciones de jóvenes inquietos y rebeldes; ahora unos cuantos le den la espalda golpeando, lo que él tanto amó: La Fiesta de los Toros.