Los nuevos consejeros electorales creen que con negar su dependencia morenovallista borran de tajo sus nexos con el grupo en el poder, que los encumbró en la posición que hoy ostentan.
Dirán misa pero sus actos los atan a su pasado morenovallista. Federico González Magaña, desde su posición en la Comisión de Acceso a la Información Pública (CAIP), fungió como el principal cómplice de la opacidad del gobierno estatal.
Como integrante de la CAIP, su trabajo en la gran mayoría de los casos siempre fue a favor de dependencias del gobierno estatal.
Durante su paso por la Comisión perdió cuatro juicios de amparo ante jueces federales contra sus ponencias siempre a favor de la opacidad y contra el ciudadano.
Estos cuatro juicios de amparo son los únicos en la historia de CAIP que ha perdido en tribunales federales.
González Magaña en su función como comisionado de Acceso a la Información en el Estado de Puebla (CAIP) se encargó de bloquear una serie de solicitudes de información de interés público y ciudadano que pudiesen dar pie a exhibir el alto grado de opacidad que priva en el poder Ejecutivo Estatal.
Negó información respecto a la cifra total de trabajadores despedidos por parte del gobierno del estado; hoy se sabe asciende a más de 10 mil, esto fue dado a conocer tras dos juicios de amparo ganados en tribunales federales en contra de la CAIP.
También encubrió los gastos del titular del ejecutivo estatal en el uso privado de helicópteros, gastos excesivos en obra pública, y recientemente del dinero que el gobierno aportó para la compra de franquicias (restaurantes instalados en zonas públicas).
Otro caso de sometimiento morenovallista es Juan Pablo Mirón Thomé, llega al OPLE sin experiencia en materia electoral necesaria y el cargo público más relevante que ha tenido es la de ser presidente de la Comisión de Box y Lucha en el Estado de Puebla.
Como jefe de la oficina del secretario General de Gobierno —el hoy diputado federal Luis Maldonado Venegas—, en su paso por la administración pública, su actuación más ‘destacada’ fue abusando de su cargo el obligar a retirarse a Elia Tamayo del VI Congreso Mundial de la Niñez, celebrado en Puebla el día 13 de noviembre del 2014.
Con estos antecedentes, negar la mano que los protege y que los encumbró en el OPLE resulta más que irrisorio.
Por más que juren y perjuren que actuarán con la imparcialidad que marca la ley electoral, las dudas pesan sobre ellos, sobre todo por la hechura que tienen. A partir de ahora tendrá que sustentar sus dichos en los hechos.