Expertos en la video política y en organizar con toda la majestuosidad posible los eventos de gran impacto mediático, ayer el morenovallismo simplemente se desdibujó y recurrió a la austeridad republicana. Eso sí olvidar la exclusión y la exclusividad que caracterizan al agónico sexenio.
Atrás quedó el Homo vidensde la toma de protesta del gobernador Moreno Valle. En el olvido quedó el blindaje de la burbuja de las pantallas, los cercos, los pases vip, la conformación de su auditorio—segmentado racionalmente— y sus carros artillados, que mostraban a un político de la “eficiencia” como premisa ontológica.
Ayer vivimos el desgaste de esa simbología del poder y sus imaginarios de un ritualismo donde el medio era la pantalla, el close up y cualquier verdad sólo existía como rating.
Ayer, la vox populi simplemente se impuso y la inconformidad y el enojo de la fanaticada camotera fue evidente y por más esfuerzos que realizaron los morenovallistas por minimizar el efecto, no pudieron acallar las voces de inconformidad.
Ayer, los morenovallistas se olvidaron o no pudieron implementar la majestuosidad que derrocharon durante los festejos del 150 Aniversario de la Batalla de Puebla, cuando la exclusividad, la profesionalización y la hipermediatización se apoderaron de esos festejos para perdersu carácter de fiesta popular.
De esa conmemoración, el morenovallismo sólo rescató el clientelismo blanquiazul. Al igual que aquel  5 de mayo de 2012, los panistas se colgaron de la reinauguración de inmueble dos veces mundialista.
Aunque en esa parada cívico-militar regalaron paraguas —el símbolo de la victoria aliancista de 2010—. Ayer regalaron boletos a los fieles panistas morenovallistas para ser gratificados con un partido de futbol entre La Franja y el equipo argentino Bocar Juniors.
Hace tres años, la Puebla del futuro revivió a un clásico de la televisión del siglo pasado:México, Magia y Encuentro, con unremate grupero.
Ayer, sólo fueron una cuantos minutos en la pantalla de TV Azteca destinados al gobernador para explicar la remodelación del estadio.
Y los grupos musicales y artistas de primer nivel fueron sustituidos por los espectáculos de la Puebla de antaño donde los mosaicos y la banda de guerra del CENHCH eran lo in.
No cabe duda que el gobierno morenovallismo vive su agonía y recurre a una falsa austeridad para evitar mayor encono social.