La ciudad de Puebla y los municipios de Atlixco y Cuautlancingo registraron en menos de 24 horas tres hechos que echan por tierra todas las declaraciones del gobierno del estado sobre la permanencia del crimen organizado en la entidad.
Las declaraciones vertidas por el gobernador Rafael Moreno Valle y luego por el secretario de Seguridad Pública, Jesús Rodríguez Almeida, en el sentido de que el crimen organizado solo está de paso, se vinieron abajo luego de que en el fraccionamiento El Cristo de la ciudad de Atlixco estaba viviendo uno de los capos más importante del Cártel Jalisco Nueva Generación, quien habría sido detenido junto con varios de sus escoltas.
Luego la agresión perpetrada por un grupo armado en un palenque de Cuautlancingo, demostró la presencia de otro grupo criminal que llegó para no solo abatir a dos sujetos aun desconocidos, sino para llevarse los cuerpos y todavía levantar a otros cinco que estarían cuidando a los occisos.
De este doble crimen la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) debió haber tomado conocimiento antes de que se perpetrara, puesto que las cámaras de seguridad instaladas en las inmediaciones del municipio debieron haber advertido la presencia del desfile de vehículos donde viajaban los sicarios, pero no hicieron nada, dejaron que todo pasara.
La embestida
Pasaban de las 2 horas del martes, un nutrido grupo de hombres armados y encapuchados -alguien asegura cerca de 100- ingresaron de manera furtiva al local ubicado en la calle 2 de Abril y la 5 de Mayo, del municipio de Cuautlancingo, detonando armas de fuego, la mayoría rifles de asalto.
Los desconocidos apuntaron a un grupo específico de quienes se encontraban en el palenque y lesionaron o asesinaron en ese mismo lugar, además de que aseguraron a otros que acompañaban a los caídos, a quienes despojaron de sus armas.
Los dos caídos fueron arrastrados hacia una de las variadas camionetas y vehículos donde se transportaba el grupo agresor, además de que también se llevaron a los acompañantes de estos dos.
Los convidados a la pelea de gallos salieron despavoridos del lugar y cuando la policía llegó solo hallaron rastros hemáticos y los cartuchos percutidos durante la agresión armada.
Antes de lo ocurrido, un grupo de sujetos desconocidos llegó preguntando por un tal "Gato" y otro "Tigrillo" o "El Apache", cuando les dijeron que todavía no se retiraban, regresaron y todo parece indicar que sí los encontraron.
Aun se desconoce a cuántas personas este grupo de sicarios se llevó, solo se dijo que llegaron en vehículos con torretas y que la mayoría creyó que eran policías.
¿Cártel de Nueva Generación?
Un día antes de lo que le comento, en el restaurante "Las Churrascas" personal del Ejército Mexicano, la Policía Federal, además de personal de la Procuraduría General de la República, detuvo a los integrantes de una red criminal, identificados como el Cártel Jalisco Nueva Generación, entre ellos uno de los jefes más importante del clan.
Los federales ingresaron tras el reporte del aterrizaje de un helicóptero en las cercanías de la zona residencial "El Cristo", donde viajaban dos hombres y una mujer que se dirigían al restaurante, donde ya los esperaba un grupo de seguridad.
En el restaurante que le comento había varias familias, entre estos menores y adultos, a quienes separaron del grupo de sospechosos en prevención de que pudiera haber algún altercado, sin embargo, el operativo fue calificado como "limpio".
Los detenidos fueron trasladados a la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones de Delincuencia Organizada (SEIDO), donde se siguen las investigaciones.
Ejecutan a mujer policía con una escuadra .40
El domingo por la tarde, Areli Sánchez Domínguez, de 29 años de edad, agente en activo de la Fiscalía Especializada en Secuestros y Delitos de Alto Impacto, fue ejecutada de dos balazos, uno en la espalda y el segundo en la cabeza, con un arma calibre .40, de las conocidas como "matapolicías" y que ocupan generalmente los miembros del crimen organizado.
La mujer al parecer iba a comprar un vehículo en el negocio de autos que se ubica en la 28 Oriente y 2 Norte del barrio de La Candelaria cuando se le acercó un sujeto por la espalda, no le dijo una sola palabra, solo le disparó en dos ocasiones y luego se retiró, al parecer en un taxi Jetta.
El homicida no se llevó ninguno de los valores de su víctima, solo llegó a cumplir la encomienda y se retiró.
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