No tiene mucho que en un restaurante de comida de pollo, ubicado cerca del Zócalo de Puebla, desconocidos dejaron una granada de fragmentación con mensajes amenazantes al gobernador de Puebla, donde le advertían de una serie de atentados en su contra y contra la población.
Lo que le comento tiene de tiempo la fecha cuando Facundo Rosas Rosas -el maletero- había llegado a Puebla y fue "ungido" como secretario de Seguridad Pública del Estado, pese a que aún no se desprendía del señalamiento hecho por uno de los hombres más importantes del clan de los Beltrán Leyva –“La Barbie- en el sentido de que este se encargaba de cobrar las "rentas" del crimen organizado cuando se encontraba bajo las órdenes de Genaro García Luna, el exsecretario nacional de Seguridad.
Justo en esas fechas se dieron por lo menos 30 ejecuciones y desapariciones, la mayoría en las dos Cholulas, que hablaban de una "limpia" general por la llegada de otra organización delictiva a Puebla.
La granada que fue dejada en un cesto de basura del negocio de venta de pollos con la receta secreta, advertía al gobernador que no iban a permitir que otro grupo llegara a Puebla, cuando ellos ya habían "comprado la plaza" y la firmaba los de "La última letra".
Esto significaba que el nuevo secretario, de ese entonces, no solo llegó con las maletas vacías, para llenarlas a su antojo, sino con un grupo de los variados clanes de la mafia que se movilizan en el estado.
Tras esa advertencia, el gobierno de Puebla reforzó todas las medidas de seguridad, fue la primera vez que el Zócalo fue blindado para las celebraciones de 15 de Septiembre, porque temían que les ocurriera lo que pasó en Michoacán, en tiempos de Felipe Calderón, como presidente de la República.
Luego nadie habló del asunto, todo parecía arreglado y como por arte de magia -hace tres años- municipios como Tepeaca, Tecamachalco, Quecholac, Palmar de Bravo y Acatzingo, comenzaron a notar la presencia de sujetos desconocidos que sin más comenzaron a robar hidrocarburos.
Se dijo que fue la principal incursión de los de “La última letra” en Puebla.
¿La nueva lucha por la plaza?
Lo ocurrido la madrugada del martes en el municipio de Cuautlancingo, en el palenque, orquestado por quién sabe quién, da muestra de otra nueva incursión del crimen organizado para ocupar zonas importantes del estado que les sirvan como casas de seguridad o centro de operaciones.
Aunque Cuautlancingo había pasado como desapercibido para el gobierno de Puebla, o tal vez no fue así, fue en dicha zona donde durante esta administración comenzaron a surgir residencias lujosas y la presencia de vehículos de lujo, en convoy, que fueron vistos con buenos ojos por esta administración municipal y la pasada.
Para quienes están a cargo de la seguridad de los poblanos es también de su conocimiento que en Cuautlancingo se incrementó la venta de drogas, de delitos, además de que también en este lugar hay robo de hidrocarburos.
Además de los hechos del martes, en este municipio se han registrado homicidios violentos, además de desapariciones.
Y de nuevo surgió el rumor de que los de "La última letra" tienen que ver con la agresión armada del martes.
Nos vemos cuando nos veamos