No está usted para saberlo ni un servidor para contárselo, pero uno de los primeros jefes de la Policía Ministerial del Estado (PME), acaba de estrenar una camioneta Hummer, de las de lujo, y para que sus demás compañeros no se dieran cuenta, dejó la unidad al cuidado de su esposa y este sigue con la patrulla que el gobierno de Puebla le dio a cargo, a través de la Fiscalía General del Estado (FGE), para realizar su trabajo.
Este comandante o inspector no se hizo de la camioneta con el sudor de su frente, pero sí con el sudor de sus subordinados y de algunas que otras corruptelas.
Lo malo es que sus jefes no están enterados de que les picó los ojos y cuando lo descubran, probablemente lo bajen de rango o le inventen que reprobó el examen de confianza y lo manden a la calle.
En breve, la historia completa.
Los “burros” que no quieren dejar a la PME
El reloj sigue su marcha y en tres meses el estado de Puebla contará con Nuevo Sistema Penal Acusatorio y todavía la Fiscalía General del Estado (FGE) no limpia sus “interiores” y continúa laborando personal, principalmente de la Policía Ministerial del Estado (PME), que reprobó el examen de confianza.
Ya en entregas anteriores le había comentado que se suponía que todos los agentes, jefes de grupo, comandantes, inspectores que reprobaron el examen de confianza, para este momento no deberían estar ni en la puerta del edificio de la Fiscalía por ser "no confiables", pero resulta que no es así.
Cuando se dieron los primeros informes de quienes habían reprobado el examen de confianza, los primeros expulsados de la procuraduría, ahora fiscalía, promovieron amparos no para que fueran reinstalados de nuevo y sí para que sus liquidaciones fueran conforme a derecho.
Y pese a que estos cambios obedecían a una limpia total no solo en la Fiscalía General, sino también en la Policía Ministerial del Estado, que ahora se llama Agencia Estatal de Investigaciones, los resultados de estos exámenes de confianza fueron utilizados no como correspondía y sí a criterio de unos cuantos, los jefes, por supuesto.
Elemento que no era del gusto del procurador, ahora fiscal, simplemente le avisaron que había reprobado y lo echaban a la calle.
Pero cuando este examen afectaba a alguno de los "consentidos", simplemente lo ignoraban y seguía y seguía o mejor dicho, sigue trabajando.
Los exámenes de confianza afectaron a todos los departamentos y direcciones de la Fiscalía, desde el Ministerio Público, Servicios Periciales, hasta la pomposa Agencia Estatal de Investigación, y muchos se fueron.
Pero no faltó la mano negra para que otros de los reprobados fueran sostenidos de manera ilegal.
En estos momentos hay inspectores, comandantes, jefes de grupo y agentes que pese a haber reprobado el examen de confianza siguen trabajando, no obstante que por su estancia de "a producto de gallina", estarían cometiendo el delito de usurpación de funciones, lo mismo pasa con ministerios públicos y hasta fiscales.
Cuando se consiente un delito, se genera otro.
Estos "servidores públicos", en este caso los que están bajo el amparo de la Agencia Estatal de Investigaciones, no solo se han pasado la ley por debajo del arco del triunfo, sino que han mutado y se han convertido en delincuentes.
Muchos de estos se dedican a todo tipo de extorsiones, con todo tipo de mafiosos, desde vendedores de droga, hasta vendedores de piratería e incluso ladrones de hidrocarburo y muchos más.
Estos elementos despedidos saben de antemano que en cualquier momento los van a echar a la calle.
Y ese momento se acerca junio, cuando se ponga en marcha el Sistema Penal Acusatorio y no los puedan ocultar entre los expedientes.
Y es que actualmente estos agentes efectúan detenciones, participan en operativos, pero no firman un solo reporte.
Y ahora resulta que “aquí no ha pasado nada”, en las instalaciones de la Fiscalía nadie comenta cuál va a ser el futuro de los ministeriales que reprobaron el examen, de hecho parece que nunca hubiera existido el dicho examen.
¿Le pregunto qué va a pasar cuando la PME se tenga que sujetar a la aplicación de la ley con agentes pirata.
Nos vemos cuando nos veamos