Parece letanía, de nueva cuenta la Fiscalía General del Estado (fge), para no pasar de la negligencia para poder investigar un delito, le dio por fabricar culpables y de nueva cuenta la justicia federal tiene que salir al quite, no solo para marcar los graves errores en una investigación de robo de vehículo agravado, sino también para señalar que en la detención de Gilberto Arroyo Cortés, el nombre de la víctima de abuso, no solo hubo negligencia en las investigaciones, sino además fue objeto de tortura para que pudiera confesar un delito que no cometió.

Lo que aquí debería ocurrir es que el titular de la fge, Víctor Carranca Bourget, para evitar todos los señalamientos de abuso y negligencia que existen en su fiscalía, ordenar una investigación de cómo se dio la detención de Arroyo Cortés, así de cómo se realizó la investigación, para que los responsables sean castigados y exhibidos como la dependencia hace cuando presenta detenidos por delitos a los que llama “resultados de brillantes investigaciones”.

En esta ocasión, Gilberto Arroyo, quien ya fue puesto en inmediata libertad, tuvo el auxilio del corporativo jurídico Ramírez Téllez & Asociados, cuyo titular es el abogado José Luis Ramírez Téllez y como subdirector Nicolás Machorro Contreras, encargado del área de derecho penal y Carlos García Cano, quienes realizaron un estudio para la práctica de diferentes diligencias y mediante los argumentos jurídicos necesarios, se logró la libertad del referido inculpado por la falta de elementos suficientes para fincarle responsabilidad, quedando cerrado el proceso 178/2016/TEPEACA.

El Tribunal Colegiado del Sexto Circuito falló a favor de Arroyo Cortés y solicitó su inmediata libertad, al considerar que es inocente.

El abuso de autoridad

Resulta que de acuerdo con la denuncia formulada por el señor Jesús Enrique Ramírez González, en representación de la persona moral Abastecedora Z., propietaria del vehículo marca Dina, modelo 1993, tipo redilas, color amarillo canario, placas SD09789 del Estado de Puebla, que fue objeto de robo por parte de diversas personas el día 21 de diciembre de 2004, aproximadamente a las 22 horas, cuando era conducido por Leodegario Moreno Herrera, quien al bajarse en la gasolinera que se encuentra en Chachapa fue despojado de dicho vehículo de motor, según lo refirió el chofer, quien además señaló que el vehículo de referencia iba cargado de mercancía de abarrotes varios con destino a Veracruz a surtir las tiendas comerciales de ese lugar.

Que serían las 22 horas cuando se detuvo en la gasolinera de Chachapa para pasar a los baños, cuando regreso al camión para subirse dos sujetos se le acercaron, uno de ellos le pegó en la sien con la culata de la pistola y le dijo “cierra los ojos cabrón, esto es un asalto o te lleva la chingada”, se agachó, pero antes pudo percatarse que iba acompañado de otra persona.

Lo subieron al camarote de la unidad y lo taparon con una cobija diciéndole que sacara las manos, le revisaron las bosas del pantalón, le quitaron la cartera con credenciales y dinero en efectivo, sintió que el camión avanzó y de pronto se detuvo y el sujeto que lo iba cuidando le dijo que se bajara de la unidad con la cabeza agachada, que caminara avanzando unas 50 metros, que se sentara y que no dijera nada y no se moviera, el sujeto se quedó con el chofer como dos horas, después le quitó los zapatos y los aventó, le dijo que no se moviera porque lo iba a estar vigilando y que si no le iba a disparar y se retiró.

Después de 15 minutos, volteó a ver si ya se había ido, no pudo ver el lugar donde se encontraba pero que era con rumbo a Tepeaca y caminó sobre la carretera para ver si alguien lo ayudaba hasta que una camioneta lo auxilió y llevó cerca de su domicilio, ya estando en su casa reportó a la empresa lo sucedido.

A golpes fabrican delincuentes

A partir de lo anterior es que los elementos de la entonces Policía Ministerial comenzaron a realizar las investigaciones respectivas, localizando a varias personas, a quienescon la finalidad de justificar “La Flagrancia” les sembraron armas, los sometieron a diversas torturas para lograr su confesión, sin embargo, del estudio jurídico que realizaron los especialistas en derecho penal del corporativo, lograron demostrar no solo las inconsistencias en la investigación, sino también que Gilberto Arroyo Cortés fue víctima de tortura, violentando con ello sus derechos humanos y sus garantías individuales, lo que motivó a que se inicie una investigación en contra de los policías aprehensores, quienes serán ahora los que deberán rendir cuentas a la justicia por su incorrecto desempeño

Lo anterior porque los magistrados que integran el Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, quienes advirtieron de manera efectiva que no solo Gilberto Arroyo Cortés es inocente, sino que además es víctima, por parte de los abusos cometidos por la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado, ahora Fiscalía General del Estado, quien no obstante, estaba observando la ilegalidad del procedimiento seguido al entonces procesado, tenía la obligación, en respeto a los derechos humanos del procesado, de cesar el procedimiento, pues no se olvide que la Fiscalía General del Estado debe ser el primer garante de la legalidad,

¿Qué cuentas rendirá ahora el señor fiscal general del Estado de Puebla ante su omisa actuación?

Nos vemos cuando nos veamos