Linus Alberto Sánchez Jiménez ‎es un médico oftalmólogo que trabaja para el Hospital del ISSSTE.

No se trata de un hombre corpulento, mucho menos violento, es bajo de estatura y presenta algunos cuadros médicos que lo imposibilitan a llevar una vida normal.

Pese a esto, es un excelente oftalmólogo, reconocido por sus pacientes y compañeros de trabajo.

Actualmente, Linos Alberto es investigado por la Fiscalía General del Estado (FGE), enfrenta cargos por robo e intento de feminicidio en agravio de su esposa Sandra Hernández Rivera, de 41 años de edad.

¿Un hombre golpeador?

La denuncia en contra del profesionista, quien tiene que utilizar una prótesis para poder caminar, está radicada en la tercera delegación del Ministerio Público, con el número 1038/2016/Sur.

Sandra Hernández filtró en al menos dos medios informativos la versión de lo que dice le ocurrió el pasado 5 de abril.

Señaló que aquel día, pasadas las 9 horas, regresaba de dejar en la escuela a su hijo, a su domicilio, en Residencial del Parque, casa 54, Manzana 2, cuando se encontró en las puertas al ‎médico, quien dice venía acompañado de otras personas que la golpearon, le jalaron el cabello, trataron de arrollarla con un vehículo Mazda de color rojo, placas TYB-3840, en otras palabras, que querían matarla.

Además de que solicitó atención médica en el ISSSTE y se la negaron en primera instancia, porque el oftalmólogo la "había dado de baja", aunque luego la ayudaron.

Desde aquel día porta un collarín, sin lesiones graves.

Pero además, Sandra Hernández Rivera lo acusó de que en otras ocasiones la había golpeado y remató diciendo que no lo denunciaba porque ya antes la había amenazado con matarla y al hijo de ella, que tiene 11 años de edad.

 

La segunda versión

Linus Alberto Sánchez Jiménez conoció a Sandra hace 5 años, ella era coordinadora de Atención al Derechohabiente.

‎La conoció con un hijo y ambos iniciaron relaciones "intermitentes", ya que se peleaban y se reconciliaban.

‎Hace 3 años, el médico compró un departamento en Residencial del Parque, adquirió una hipoteca que paga desde hace tres años.

En una de tantas separaciones, el médico se enteró que Sandra se había quedado sin trabajo, la buscó y se la llevó a vivir a su casa, con todo e hijo, pero los problemas continuaron.

Las dificultades fueron tan graves que el médico prefirió salirse de su casa.

Él sostiene que esta mujer se burlaba de su deficiencia física, hasta le ponía apodos.

El martes 5 de abril el médico decidió ir acompañado de su hermano, tía y otro familiar a su casa para recoger todas sus pertenencias.

La casa la encontró con otra chapa, con otros candados, por lo cual tuvo que llevar a un cerrajero.

Al entrar a la vivienda la vieron totalmente destruida, no estaban los muebles, no estaban sus documentos.

Por todas las habitaciones había botellas de licor.

Una vecina fue quien dio aviso a Sandra que habían llegado a su casa y esta fue de inmediato.

Llegó con su hermana Ariadna Hernández Rivera, quien es nada más asesora del secretario de Finanzas del gobierno de Puebla.

Otro que llegó en apoyo de Sandra fue Eleazar Pérez Sánchez, expresidente municipal de Atlixco.

Los gritos no se dejaron esperar, tampoco los golpes.

Ambas mujeres, Sandra y su hermana "bien relacionada", golpearon al médico, al hermano de este, además de que les colocaron vehículos para cerrarles el paso.

¿Testigos?

Cómo no, llegaron elementos de la patrulla 242, a petición del médico.

‎Los uniformados tuvieron que controlar a las hermanas, que estaba histéricas.

Sandra incluso se colgó de un coche para que no se fuera.

El caos fue total.

Pero todo tiene un motivo.

¿Querrá Sandra apoderarse de la casa que no es suya?

¿Hasta dónde está metida la Secretaría de Finanzas?

 

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