Como muestra del canibalismo aldeano de un sector del Partido Revolucionario Institucional (PRI), más de un adelantado ha salido a pedir la cabeza de Jorge Estefan Chidiac como presidente del Comité Directivo Estatal (CDE).
Son las mismas voces que silenciaron y regatearon el respaldo a Blanca Alcalá Ruiz, en la pasada elección y que abandonaron la trinchera con el argumento de tener responsabilidades en las delegaciones o en el gobierno federal.
Las ausencias de los días de la batalla hoy se convierten en irrupciones y en la exigencia de premios, botines, por parte de quienes ni un solo tiro dispararon, ni mostraron capacidad, solidaridad ni operación para su partido y su candidata.
De la nada han salido de su ostracismo a reclamar cabezas y la postulación para 2018 en un atropellamiento precoz.
La verdad es que muy lejos están de conseguir por sí mismos y para sus proyectos la caída de Jorge Estefan. Eso depende del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y de quien llegue como relevo de Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Solo desde la tradicional visión aldeana de algunos priistas se puede suponer que los locales, por más asideras que tengan en el ámbito nacional pueden quitar a Estefan por un deseo personal.
El presidente del CDE del PRI en Puebla tiene apoyos que van más allá de los volcanes. Imagine usted las relaciones de uno de los hombres que, por muchos años, ha estado en el ánimo del priismo nacional, con cargos en el gobierno federal y que además fue el secretario de Finanzas del CEN, en la elección que llevó a Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República.
Quienes respaldan a Estefan como presidente del priismo estatal y a Blanca Alcalá como líder moral, saben de la confianza que por el también diputado federal tienen gente como el coordinador de la bancada tricolor en el Senado, Emilio Gamboa Patrón, su homólogo en San Lázaro, César Camacho Quiroz, o los secretarios de estado, Luis Videgaray y José Antonio Meade.
La visión aldeana nubla a quienes hoy piden su cabeza y olvidan que abandonaron a su partido y a su abanderada en las pasadas elecciones. Culpan a otros del fracaso al que, alegremente, contribuyeron.
Desde hace varios días y con el respaldo de su líder nacional, el senador Manuel Cota Jiménez, la presidenta en Puebla de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, la diputada local Maritza Marín Marcelo, consideró que Estefan debe seguir al frente de su partido para realizar los ajustes.
La dirigente del sector campesino no tiene medias tintas en el tema:
“En el PRI tiene que respetarse a la institución y tiene que haber compromiso. Quienes dimos la cara junto a Blanca Alcalá, los priistas que dimos la cara en la elección, estamos respaldando a Jorge Estefan y a Rocío García Olmedo.
“La Confederación Nacional Campesina, su dirigente nacional, el senador Manuel Cota, así como todos los cenecistas, hemos expresado y reiteramos nuestro respaldo solidario y total a la dirigencia que encabeza Estefan Chidiac y también reconocemos como líder moral a Blanca Alcalá, una mujer de entrega total, valiente y comprometida con su estado y su partido”.
Ahí quedan sus palabras, para quien le quede el saco.