Son por lo menos 50, si no es que más, los que técnicamente deberían estar dados de baja por reprobar el examen de confianza.

Estos reprobados, que deberían ser despedidos, no pueden, en caso de ser agentes, jefes de grupo o comandantes ministeriales, realizar ninguna detención, investigación o aprehensión, porque no tienen validez jurídica, y en caso de ser ministerios públicos o funcionarios de segundo y primer nivel, no deben ordenar ni siquiera la colocación de un foco, en otras palabras, no deben hacer otra cosa que buscar empleo.

Y aún así los tienen trabajado, les permiten circular en vehículos oficiales, hasta portar armas, son una especie de "madrinas de angora".

‎Lo más grave es que a estos exservidores públicos les han dado quehaceres demasiado complicados, como estar al frente de una comandancia, como está ocurriendo en el sur y norte del estado, hay comandantes que reprobaron este examen y que como consecuencia ya no deberían de estar presentes.

Pero aun así los dejan.

Desde que el Gobierno de Puebla inició el despido de más de 4 mil elementos de corporaciones de policía que reprobaron el examen de confianza, se dieron muchos despidos y como consecuencia, reclamos.

Pero hubo muchos que gozaron de la protección de sus jefes, principalmente en las filas de la Fiscalía General del Estado (FGE), donde los compromisos son muchos y las ganancias de ese mismo tamaño.

¿‎Cuántos comandantes, que gozan de altos cargos, son de los que reprobaron el examen y se pasean muy orondos en los pasillos de la Fiscalía, como una burla a sus demás compañeros, igual que a las mismas leyes.

Y es que lo de los reprobados salió a relucir porque ya hay otra lista de personal que tiene que ser dado de baja y que paulatinamente están siendo informados y como ha sucedido, los amigos son cuidados y los que no lo son, simplemente los corren.

Como lo ocurrido a Dalilla Reyes Barillas, quien estaba dada de alta en el Renabro y quien, de un día para otro le dijeron que había reprobado el examen y que estaba dada de baja.

Sin embargo, hay muchos reprobados que se siguen "agarrando de la brocha" y que ya no tienen ni identificación, ni gafete, ni cheque, pero siguen "trabajando", muchos como mandos policiacos.

Lo que hay que ver.

La impunidad encima del NSJP

En la pasada entrega le comente de cómo estaba funcionando el Nuevo Sistema de Justicia Penal, con relación a los que cometen delitos imprudenciales o culposos, refiriéndome al caso de los conductores del transporte público, pero se olvidó el tema de los "privilegiados".

De ese asunto se refiere una nota periodística del Diario Cambio, donde menciona que el hijo del presidente municipal de Nopalucan podría ser el responsable de dos muertes por imprudencia.

La nota de Cambio precisa que la noche del viernes en el tramo carretero Nopalucan-Grajales, Reyes Roque, el hijo del edil de Nopalucan, Rogelio Roque Torres, había atropellado a tres hombres, de los cuales dos habían perdido la vida.

Uno de los occisos, Erick G., de 39 años de edad, originario de Tepatlaxco, durante la noche, regresaba con su esposa e hija, tras haber asistido a un baile y 100 metros antes de llegar vieron a dos hombres que empujaban una camioneta blanca, placas 972-MTG, por lo cual decidió ayudarlos.

En ese instante fue cuando los tres fueron atropellados por una camioneta TXK-91-21, que después se impactó contra la unidad.

En el lugar de los hechos falleció Erick G., mientras que los otros dos fueron llevados a un hospital y ahí falleció el segundo.

‎Y todo indica que el hijo de este presidente municipal fue el responsable, y no se descarta que haya estado alcoholizado.

‎¿Cómo va a aplicar aquí el nuevo sistema?

¿Les pagan a todos y como si nada?

¿Y la impunidad?

Nos vemos cuando nos veamos.