Se hacían llamar los “T-Chicos”, de manera inicial se dedicaban al atraco, la madre de uno de estos pandilleros se dedica a prestar dinero a rédito.

Los “T-Chicos” de un momento a otro ingresaron a la mafia del robo a ductos de Pemex, teniendo como principal tarea la venta de gasolina robada, además de otras actividades ilícitas.

De un momento a otro el dinero les comenzó a caer a manos llenas y tal fue su ambición que aún así comenzaron a entregar mal las cuentas y a quedarse con importantes sumas.

El patrón de estos sujetos fue enterado que le “estaban picando los ojos” y que se estaban quedando con dinero.

La orden fue que les dieran un escarmiento que sirviera de ejemplo para otros.

La noche del martes 30 de mayo, un grupo de sicarios, a bordo de dos camionetas, ‎se dirigió a la junta auxiliar de “La Purísima de Bravo”, en busca de la pandilla de los "T-Chicos".

Los pandilleros estaban en el Zócalo cuando fueron sorprendidos por los tiradores, que de inmediato les dispararon ráfagas de armas de alto poder, falleciendo en el lugar tres hombres y un menor de edad.

Los nombres de las víctimas de la múltiple ejecución fueron: José Morales, quien tenía 40 años de edad; Miguel Ángel M‎orales Castillo de 14 años de edad y Rolando Morales, de 33 años, así como Orlando.

Por alguna razón que usted y yo desconocemos, esa noche el personal de la Policía Municipal de Palmar de Bravo salió corriendo de la comandancia minutos antes de que ocurriera la agresión.

Al ‎respecto existen dos hipótesis de la huida de los uniformados, la primera es que tuvieron miedo a que ellos siguieran en la lista de ejecutados y la segunda es que se retiraron por las órdenes del jefe de los agresores, para que no se vieran involucrados.

Lo mismo ocurrió en la Agencia del Ministerio Público de Tecamachalco.

Más tarde al lugar llegaron elementos del Ejército Mexicano, de la Policía Federal, además de la Procuraduría General de la República, de la Fiscalía y de las policías unicipales, pero ya los agresores se habían retirado.

El gobierno del estado de Puebla, a través de la Fiscalía General del Estado (FGE), se "lavó las manos" de lo ocurrido y el caso se manejó como "ajuste de cuentas entre chupaductos", y solo levantó los cuerpos y dejó el resto de las investigaciones para la Policía Federal.

Así nomás.

El baño de sangre

El martes de la semana pasada los vecinos de Palmar de Bravo advirtieron de la presencia de entre 60 y 80 camionetas con hombres armados al interior, que estaban estacionados a donde se encuentra una de las tomas clandestinas, a menos de un kilómetro de donde se encuentra el Arco de Seguridad.

Curiosamente los policías de Palmar de nuevo abandonaron su comandancia, alguien dijo que recibieron órdenes desde la Presidencia Municipal.

Más tarde habría de empezar una serie de balaceras y persecuciones que terminaron hasta entrada la madrugada del domingo.

Las únicas activas a esas horas fueron las carrozas del servicio funerario.

¿Quién manda en Palmar?

Los vecinos del municipio de Palmar de Bravo están aterrorizados, no cuentan con la protección de sus autoridades, ni mucho menos la de las del estado o federales.

Tal como ocurrió la noche del 30 mayo, el fin de semana pasado hubo presencia militar y policiaca, pero todos saben que en los próximos días se van a retirar y todo va a regresar a una tenebrosa normalidad.

Los rumores de los pobladores van más allá de lo que los medios de comunicación informamos.

Que los enfrentamientos son frecuentes, que cada bando que se disputa la plaza del robo en ductos se encarga de levantar a sus muertos y heridos.

Que no hay policías en este lugar.

Que la principal labor de la uniformada y la de su encargado de Seguridad Pública es dar paso y cuidar la circulación de vehículos que transportan hidrocarburos.

Hay quienes afirman que muchos servidores públicos del Ayuntamiento de Palmar de Bravo se encuentran en las nóminas del crimen organizado, que han hecho fortunas de manera ilícita.

Hay quienes piensan que el fenómeno del robo de hidrocarburos no va a terminar, por el contrario, va a aumentar, lo mismo que los muertos y los heridos.

¿Quién es el que manda en Palmar?

 

Nos vemos cuando nos veamos.