No tiene mucho, cuatro sujetos que portaban armas de fuego cortas ingresaron de manera furtiva al antro "Cervecería de Barrio", que se ubica en avenida Juárez y 27 Sur, pasaba de la media noche.
Los delincuentes amagaron a empleados y clientes, a quienes obligaron a tirarse al piso.
Uno a uno fue despojado de celulares, relojes, dinero en efectivo, joyas, y de todo lo que llevaran de valor.
Las víctimas durante minutos escucharon insultos y amenazas de parte de sujetos que no se notaban nerviosos y que se tomaron todo su tiempo para perpetrar el robo, después se retiraron.
Al pasar los 30 minutos del robo, llegaron las patrullas del estado y del municipio, los uniformados hicieron como que buscaban a los asaltantes y estos como que se escondían y no los encontraban.
El protocolo siguió con la recepción de las denuncias, de la Fiscalía General del Estado (FGE) al CC5 de Cuautlancingo.
Del miedo a que te disparen en medio de un asalto a la indignación por la falta de atención.
En la Puebla donde nunca pasa nada.
Al final lo único cierto es la desconfianza en los cuerpos de seguridad.
Qué extraño que mientras duró el asalto al antro no había un solo policía y al pasar 30 minutos todos los uniformados aparecieron.
Como si hubieran dado tiempo para que se concretara el robo.
Los policías municipales tienen razón
En la entrega pasada aquí se comentó no solo la inconformidad de la Policía Municipal ante el incremento de horas de trabajo al que los someten sus superiores, sino también a lo mal atendidos que los tienen en muchos aspectos, principalmente a la alimentación.
Y le comento que este aumento de trabajo obedece también al incremento de la delincuencia, lo cual genera más asaltos en todos los rubros y en muchos casos donde las víctimas pierden la vida.
Lo ocurrido la madrugada del lunes en la junta auxiliar de San Baltazar Campeche, donde se registró un robo de cerca de 3 millones de pesos y donde hubo un muerto, es solo un botón de lo que pasa en Puebla y que el gobierno del estado a través de la Fiscalía oculta.
En varias ocasiones se han dado reportes de personas que mueren en hospitales a consecuencia de golpes o de disparos de arma de fuego en negocios y casas habitación, además de transeúntes, y el gobierno de Puebla oculta los informes.
Solo en el caso de San Baltazar trascendió el asalto porque hubo un muerto a la vista y este es un presunto delincuente.
Estadísticas que mienten
El implemento del Nuevo Sistema de Justicia Penal beneficia a este gobierno en cuestión de manejo de las estadísticas.
Y es que las miles de averiguaciones previas iniciadas desde las primeras horas del 1 de enero hasta el 18 de junio fueron materialmente desechadas y no van a servir para medir la seguridad en Puebla en 2016.
Solo serán utilizadas las Carpetas de Investigación, además de que se han ocultado todos los robos, con o sin violencia.
Mientras, el estado se hunde ante la inseguridad.
Nos vemos cuando nos veamos.