La madrugada del miércoles, un grupo de hombres armados cubiertos del rostro con pasamontañas, ingresó en forma violenta a la taquería “Los Carnales”, que se ubica en la 7 Poniente de la ciudad de Tehuacán, sometió a los empleados y se llevó al propietario, a quien amenazaron de muerte para que no se resistiera.

Los delincuentes se dieron a la fuga a bordo de un vehículo con características que no fueron reveladas.

Una vez que los secuestradores se dieron a la fuga, los empleados solicitaron el auxilio de la Policía Municipal y una de las patrullas advirtió la ruta de estos sujetos.

La persecución se inició desde la ciudad de Tehuacán, siguió a Santiago Miahuatlán, Chapulco, hasta el entronque de Azumbilla, donde los delincuentes pudieron tomar rumbo a Ciudad Serdán y Esperanza, o Veracruz.

Tras el secuestro, la Fiscalía General del Estado (FGE) guardó silencio total.

Como ocurre en los secuestros que han ocurrido en la ciudad de Tehuacán y otros puntos del territorio poblano.

Un silencio total.

Las ejecuciones ocultas

En la ciudad de Tehuacán, en la 5 Poniente, cerca de donde ocurrió el secuestro, días antes, tres hombres armados ingresaron al Bar Bambú, lugar donde hay conciertos de rock.

Los sujetos se dirigieron a la barra del negocio y preguntaron por un sujeto del que solo dieron su apodo.

Los desconocidos ubicaron a su víctima y sin más le dispararon en varias ocasiones, hasta que se aseguraron que había muerto.

Los sicarios se abrieron paso disparando a los clientes del lugar y dejaron un rastro de tres heridos, luego se retiraron.

Ambos casos que aquí le comento han sido ocultados por la Fiscalía General del Estado (FGE), para que este gobierno de Puebla siga con la mentira de que aquí se respira tranquilidad.

El miedo se respira

Los vecinos de Tehuacán se han unido en grupos para protestar por la inseguridad ‎que se vive en la ciudad.

Secuestros no denunciados, además de los que la Fiscalía tiene conocimiento, extorsiones, asaltos a mano armada, a comercios y residencias, robo de vehículos, asalto en carreteras, a camiones del transporte, han aumentado en forma excesiva.

Los enfrentamientos a mano armada, el desfile de vehículos de lujo con hombres armados, las ejecuciones, ponen en duda todas las declaraciones hechas a través de escritorios que indican que la Seguridad Pública en Puebla es un hecho.

Los vecinos viven atemorizados, muchas denuncias de hechos de violencia no se presentan ante las autoridades.

No existe confianza en las fuerzas de seguridad, muchos policías se encuentran en nóminas de grupos criminales y a cambio les permiten circular en vehículos robados, portando armas de fuego del uso exclusivo del Ejército.

Tehuacán, como muchos municipios son zona de alto riesgo, donde la delincuencia aumenta todos los días.

‎Nos vemos cuando nos veamos.