Si a la Contraloría del Estado o alguna otra autoridad federal se le ocurriera indagar todo lo que ocurre al interior de la Secretaría de Seguridad, de manera específica en la Policía Estatal Preventiva (PEP), saldrían a relucir una serie de fraudes y robos cuantiosos.
En este caso le presento los reportes de lo que ocurre al interior del taller de la Policía Estatal Preventiva, donde se venden galones de gasolina de dudosa procedencia de 20 litros a 150 pesos, además de refacciones usadas y todo esto sale de la ordeña de vehículos decomisados.
Le presento la segunda parte de la denuncia policiaca que circula en redes sociales.
“Al estar en espera de que nuestro vehículo oficial nos fuera entregado también nos percatamos de que ingresan vehículos particulares al taller y se llevan gasolina en galones de 20 litros, inclusive algunos cargan gasolina en el mismo taller y al preguntar cómo se le hace para gozar de ese beneficio nos contestaron que cada galón de 20 litros lo venden en $150.00 pero que solo es a gente de entera confianza y de cómo la obtienen comentan que cualquier vehículo oficial que ingresa al taller es ordeñado y que aparte abastecen con las camionetas que tienen de cargo, pero con códigos de las unidades que ya fueron ingresadas al taller para darlas de baja, pero antes de hacerles ese trámite le sacan provecho unos meses lo cual nos hace pensar que la gente de la gasolinera donde se abastecen las unidades son participes de esto”.
“A decir de los propios mecánicos los códigos con los que las unidades cargan gasolina son fotocopiados de la unidad oficial y en la gasolinera solo los escanean como si estuvieran cargando en el vehículo oficial cuando en realidad abastecen sus camionetas las cuales posteriormente son ordeñadas para su venta”.
“Al seguir dialogando con los compañeros mecánicos nos hicieron mención que ahí en ese taller todo se cobra por parte de encargado, pues las franquicias (descansos) se cobran en $100.00 para el personal del taller que no quiera trabajar y también señalan que ya existen tres compañeros como aviadores que solo van de vez en cuando pero ya no quisieron proporcionar sus nombres”.
“Ya estamos hasta la madre de estar pagando con nuestro salario el servicio a los vehículos oficiales que a la SSP le toca cubrir y que el señor Tomé (quien ahora es encargado del taller y que anteriormente ya estuvo como encargado del depósito de vestuario en la PEP donde de igual manera vendía los uniformes a los compañeros y tenia diversos negocios con los proveedores) rinda cuentas, y que explique como con su salario (que se supone es el mismo de todos) pudo adquirir una camioneta Grand Cherokee de reciente modelo, cambiarse de casa a un lugar más exclusivo y comenzar la construcción de una vivienda, haber liquidado todas sus deudas con los bancos y gozar de un nivel social que el presume alto”.
“Cabe señalar que se cuenta con pruebas de lo que aquí se relata y que junto con varios compañeros nos hemos dado a la tarea de reunir algunas fotografías”.
“¿Cómo es posible que Asuntos Internos o la propia Contraloría no se den cuenta de esto, puesto que ya es bastante el descaro de cómo hacen los malos manejos de todo esto”.
Hasta aquí la carta.
Con todas estas denuncias es de verdad inverosímil que este gobierno no se entere que la “Cueva de los 40 ladrones” se encuentra en las instalaciones de la Policía del Estado.
Antes había quedado al descubierto que en el taller de la Policía del Estado fue desmantelado un tráiler que tenía reporte de robo en Veracruz.
El exdirector de dicha corporación actualmente es procesado por el delito de robo de vehículo.
Nos vemos cuando nos veamos.