Es justo reconocer que la semana pasada y en este especio, a capa y espada, literalmente defendimos la postura, la propuesta de la empresa de la Plaza México, en cuanto a sus carteles de fin de semana incluyendo la novedad de la corrida sabatina.
La respuesta de los aficionados fue nula; resulta preocupante y repetimos aquí lo tuiteado por muchos aficionados: “lo de ayer en @LaPlazaMexico es preocupante, la afición no respondió a la promoción de la empresa y eso es alarmante”.
Alarmante y preocupante claro que lo es; la actual administración ante la pobre respuesta de las 2 primeras corridas, ofertó los boletos prácticamente al 2 x 1; al comprar los de la corrida del sábado, venían incluidos gratis los del domingo, lo que equivale a una reducción del 50 por ciento, muy por arriba del aumento que las entradas habían sufrido al anunciarse el inicio de temporada.
La materia prima de las corridas, los toros de “José Julián Llaguno” y de “El Vergel”, estuvieron a su debido tiempo en los corrales de la plaza con el peso por arriba de lo requerido, con edad, algunos quinqueños y con un trapío para ilustrar carteles de los de antaño; y estuvieron a la vista del público, mismo que no acudió a verlos lidiarse.
Poca, muy poca concurrencia el domingo para ver y disfrutar del toreo sobrio sin artilugios, clasicismo puro de Fermín Rivera sin recurrir a espeluznantes cambiados por la espalda ni garigoleos muleteriles y un torero extremeño cuyo nombre, y prestigio ganado en sus recientes triunfos en la temporada española es capaz de llenar cualquier plaza…de las de allá: un José Garrido que prácticamente pasó inédito por la gran plaza. Y el día anterior, sábado, el de Teocaltiche, Jalisco, Arturo Saldivar no tuvo el jalón para hacer la buena entrada, la paupérrima entrada testificó una desangelada confirmación de otro torero con olor a figura que al final se retiró de la plaza con un muy expresivo rostro que decía: ¿Qué hago yo aquí?
Para colmo de lo que parece ser mala toma de decisiones, al salir del cartel Luis David Adame, para este sábado queda en un desaborido mamo-a-mano, entre el galo Sebastián Castella y el queretano Octavio García “El Payo”, siendo que por la vía natural, de acuerdo a tradición y la lógica de repetir a los triunfadores, única forma conocida de formar ídolos; se daba por hecho que completaba la tercia Fermín Rivera, quien se ha tirado de clavado en el gusto de la afición capitalina y a quien por derecho propio correspondía entrar a ese cartel, aunque por número de orejas cortadas se le haya ido por delante Sergio Flores quien salió verdaderamente feliz con el triunfo con una sonrisa que el otra hora “joven” Murrieta describió diciendo que “puso en ella – en la sonrisa – todos los dientes”.
Ginés Marín ante una desangelada confirmación de alternativa. Se retiró de la plaza con una expresión muy clara en el rostro: ¿Qué hago yo aquí?
Escaza concurrencia en los tendidos para disfrutar de la sobriedad del toreo clásico de Fermín Rivera.
Foto José Ángel Sainos
Un torero que es un verdadero atractivo de taquilla en España: José Garrido, no logró meter audiencia a La México.
Foto José Ángel Sainos
Al final se llevó el triunfo, el de Apizaco, Sergio Flores que ante el buen toro de “El Vergel” al que tumbó las 2 orejas 2.