Ficha Técnica: Domingo 19 de marzo, día del Señor San José. Plaza México. 6 Toros Cárdenos 6 de la ganadería de Piedras Negras. Los seis toros aplaudidos de salida de toriles. Tres de ellos aplaudidos en el arrastre, dos ovacionados con público de pie en arrastre y el sexto palmas.
Toros para: Antonio Gracia “Chihuahua”, horripilante vestido en obispo y oro con cabos negros, Juan Fernando y Mario Aguilar, los dos de palo de rosa y oro con cabos blancos, y Antonio Romero de vino Rioja y oro, remates y cabos blancos
Toro a Toro: el que abre plaza cárdeno claro, bragado, cornivuelto, “Legendario” de nombre, número 503 con 481kilos, fue recibido con verónicas y fijado a la cuarta de ellas, fue presto al caballo para una puya, sin apretar mucho, siendo quitado por el primer espada, que luego toma los palos para un par con vuelo de altura, uno de poder a poder, puesto con mucha verdad y un tercer par al violín.
La faena de muleta totalmente intranscendente con la mácula de un feo desarme. Se escucha lo que abocina el gritón profesor Arturo Bravo: “Hay que poderle” y “Ya olvidaste el sitio”. El llamado “Chihuahua” lo mata de una desprendida y el toro es arrastrado entre aplausos.
Asegunda “Artillero”, negro entrepelado, y bragado, peso 497 kilos, con número 504, vuelto de cornamenta que toma mejor el capote en la brega de Sergio González, que el del matador en turno.
Al primer puyazo pelea bien, por lo que el “de a upa” corrige y hace el “dos en uno”. Toma bien una vara. “Artillero” al fin, de las fuerzas armadas, se arma bien antes de embestir a la muleta que le presenta Juan Fernando, pero el toro se da cuenta que su lidiante no tiene el sitio que se requiere para esa cita.
Por el derecho el de “Piedras” va bien, aunque el de Monterey permite el feo enganche. Alguien grita: “No le agarró la distancia”. El toro es serio, fijo, y con muy buena intención logra que Juan Fernando lo entienda y hasta se lleva al torero a los medios para ofrecer un par de buenas tandas. Por el izquierdo decide quedarse corto ante el poco poder de la muleta que le convida. Mal con el acero. Suenan en las alturas 2 avisos 2, pues el toro se ha levantado, nuevo pinchazo hondo y cae al quinto descabello, la estocada que le da fin es trasera y desprendida. Su arrastre es aplaudido con fuerza.
Bella estampa trae el toro “Ranchero”
El tercero, a más de bella estampa trae el enorme nombre de “Ranchero”, muy en el tipo de la casa, cárdeno claro, pesa 463 kilos y luce el número 493, se somete bien a las Verónicas de Mario Aguilar siendo lentísima la primera.
Prácticamente va solo al caballo y se escupe, al segundo, encuentro se queda, sin pelear. No hay quite, aunque sí un buen remate en los medios; las banderillas se las ponen al paso sin más.
En muleta: va bien, metiendo la cabeza a pases por alto pegado a tablas. Lleva la fuerza justa, por lo que se aprecia que embiste al paso, Mario le duda, y cuando al fin logra acomodarse…viene el remate por alto.
Fijo en el tercio y de ahí “Ranchero” se lo lleva a los medios y una vez que le ha enseñado la distancia correcta a su lidiador y la importancia de la lentitud en el temple; los dos, ahí, casi en los medios ofrecen lo mejor que esa tarde se vio.
Otra buena tanda y el toro empieza a salir con la cabeza arriba a mirarlo y decirle: “Aquí estoy”. De las alturas se escucha el grito: “Parado, que no es baile” por lo que decide e intenta una burda imitación alámbrica de matar recibiendo, falla, luego estocada tendida para escuchar 2 avisos 2 y matar al primer descabello.
Tres cárdenos Tres
El lidiado en cuatro fue “Caporal” con 465 kilos, herrado con el número 522 el de pelaje más claro del encierro, vuelto de cuerna. Lo salida Romero con una “larga cambiada” y luego brega bien.
En banderillas, echa la cara arriba, y muestra su peligrosidad, viene brindis al ganadero, para citar en los medios. El toro acude presto y desde largo. Buen inicio, “Caporal’ mete bien la cabeza, incluso planea y ofrecen buena tanda, tragándose hasta el largo remate. Antonio se desentiende; viene el descuido y el toro lo prende. Por largos momentos queda a expensas del toro sin capote salvador alguno que le auxilie y en suelo recibe la fea y dramática cornada. Chihuahua sale a matarlo, al cuarto viaje y escuchar 2 avisos 2,
Otra muerte de toro bravo….
Al quinto “Agradecido” número 511 con 22 kilos excediendo la media tonelada, segundo de Toni García que lo lleva bien al caballo por “chicuelinas” andantes, la tercera sin llegar a ser “Alicantina”, pero sí de mano muy baja. El toro de bonita cuerna, negro entrepelado, bragado. Al quite: de largo, va sobre el convite, y mete bien la cabeza en las “Zapopinas” al grito de “Que bonito es Chihuahua”.
Toni toma los palos e inicia los giros de la “la moviola”, alguien que no sabe qué es, pregunta: “Qué es eso” y su compañero de tendido que le intelige más le responde: ¡“Son los pasos del Lago de los cisnes”! Coloca los tres pares cayendo al suelo un palo, por lo que pide permiso para poner un cuarto par, que tampoco dice nada. Inicia faena…el toro le evidencia que no permite mamarrachadas y protesta quedándose corto por el izquierdo.
Hasta el 7mo.,u octavo muletazo se acomoda y vienen las embestidas planeando yendo mejor con la cabeza baja, se queda de a 6, ante un burdo intento de volapié, y el público aplaude otra muerte de toro bravo.
Cerró plaza el 517, de 465 kilos, “Manda más”, cárdeno claro, bragado y botinero, bien puesto de cornamenta; es el blando del encierro, se le ve débil y ante una muleta que le aburre, decide echarse, es levantado por la peonada, embistiendo flojo y con la cabeza arriba, pero aun así, después de la estocada, al arrastre recibe aplausos que no llegan a la ovación.
De salida de Toriles los 6 cárdenos fueron aplaudidos.
Con estampa de gran presencia como sus hermanos el 503 que con el enorme rabo barría el albero de La México.
Solito lo dejaron, nunca llego un capote ni cerca ni a tiempo y Romero a expensas de “Caporal” se llevó la cornada.
Sin que ninguno de los matantes le hiciera el avío de sacarlo al tercio. Atendiendo a la gran petición el ganadero de negro vestido y con corbata de barras de regimiento en negro y rojo saludó gran ovación, después del quinto, para vuelta al ruedo al término del festejo.