Llegó la hora de la verdad para el Movimiento de Regeneración Nacional en Puebla. El andamiaje sobre el que está construido el partido de mayor crecimiento cruje, la estructura interna se cimbra y el riesgo de un colapso temprano amenaza.
No es cosa de menor ante el desencanto general por lo que se ve todos los días en otras ofertas política. La división interna, descrédito, desgaste y el agotamiento del modelo tradicional del sistema de partidos en general frente a la sociedad, convirtió a la opción que creó Andrés Manuel López Obrador como la más viable, aunque que por momentos parece diluirse entre las manos.
Seguidores de Morena como Omar Jiménez, uno de los más decididos promotores de los amparos en contra de la empresa que se adueñó del servicio de dotación de agua y drenaje junto a otros simpatizantes asume que el movimiento de AMLO está secuestrado.
Acusa a un grupo que terminó por adueñarse del partido cuyas oficinas se ubican entre el bulevar Valsequillo y la 11 Sur. Entre quienes comparten esta visión ubican a la cabeza de la estrategia al dirigente estatal Gabriel Biestro Medinilla y al diputado federal Rodrigo Abdala Dartigues.
Nadie está afuera, nadie está adentro; eso lo van a decidir los consejeros estatales”, respondió Biestro Medinilla ante el crecimiento del rumor esparcido entre simpatizantes y militantes de Morena y que sugiere que “los asesores del presidente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, deben evitar las exclusiones de militantes que han construido de manera honesta la estructura, pues de lo contrario perderán las elecciones”.
La feria de la desconfianza en Morena alcanza a estas alturas de la etapa previa para la definición de los mejores perfiles para competir en la elección estatal y federal de 2018, a todos los liderazgos visibles.
Biestro, Abdala, Fernando Manzanilla, Alejandro Armenta, José Juan Espinosa, Abelardo Cuéllar, Omar Jiménez y hasta Abraham Quiroz. Nadie está a salvo de los dardos envenenados que salen desde diversas trincheras con destinatarios diversos, lo que debe tener de plácemes a los principales detractores del tabasqueño.
Morena es una oferta política novedosa que ha construido su capital sobre una línea discursiva de dos ejes: el combate a la corrupción y la impunidad. Ideales impecables que cazan con el espíritu general de una sociedad agraviada desde hace generaciones.
Cuidar que no se pierda lo ganado debe ser tarea de todos los involucrados pues en ello va implícito el éxito o fracaso de uno de los últimos recursos con lo que el ciudadano común y corriente cuenta para echar a la calle a la ortodoxia partidaria, plutocrática y cleptómana, adicta al uso del poder de espaldas a la mirada de la gente. Alguien debe decírselos.