Por si no nos bastara con las locuras y vaciladas que hemos visto en los partidos políticos, en Morena son víctimas de sus propias ocurrencias.

Si hay un personaje creativo en este país, ese es Andrés Manuel López Obrador.

Ya en alguna ocasión hizo de Juanito el prototipo del títere electoral, del cual derivaron las Juanitas, mismas que innovaron un esquema para defraudar el espíritu de la equidad de género.

Posteriormente, AMLO decidió hacer de Morena una sucursal de la Lotería Nacional, implementando uno de los absurdos políticos más grandes que se hayan visto en un partido, al dejar a la suerte las candidaturas a través de una tómbola en la que todos y todas las que se sintieran con derechos ingresaban sus nombres, esperando que una mano santa los hiciera candidatos.

Es así como se hicieron diputados y diputadas personajes sin la más mínima idea de lo que implican esos cargos de elección popular.

No conforme con sus “aportaciones” electorales a la picaresca política nacional, decidió que para cumplir en la próxima elección de 2018 con la mala llamada equidad de género, la fórmula sería a través de volados.

Así como usted lo lee.

Cual vil merenguero, AMLO dejó a la suerte las candidaturas a presidentes municipales, echando volados para saber si va hombre o mujer en cada municipio.

Bajo esa lógica, los caprichos del destino hicieron que en la capital del estado cayera la moneda del lado de la dama.

Es decir que —como ya lo habíamos citado en una columna anterior— en Puebla capital, Morena deberá tener una candidata para la alcaldía.

Y ahí viene el problema.

Por dejar a la suerte la condición de género, ahora Morena no tiene opciones de peso para postular a una candidata competitiva.

Al ser un partido tan joven y sin contar con una estructura sólida que incluya perfiles serios y de experiencia, sus carencias los llevan a sacar candidatos de la chistera.

En su desesperación por encontrar a una mujer candidata para la alcaldía, me dieron el nombre de una tal Paola Migoya.

Evidentemente me quedé como usted que acaba de leer ese nombre.

Y al de esta señora, sume usted una larga lista de nombres de mujeres que hoy piensan que pueden salir del anonimato directamente a despachar desde el Palacio Municipal.

Desafortunadamente, el merenguero no midió que si de por sí está difícil encontrar candidatos competitivos, más lo será el encontrar candidatas que tengan un perfil ganador.

Encontrar en Puebla capital una mujer con la experiencia, la capacidad, el talento, la popularidad, el carisma y la honestidad de la que tanto habla el dueño de este partido, es misión prácticamente imposible. Esos atributos no los vende el OXXO de la esquina.

Y no duden que a ese paso terminen por lanzar a la ganadora de Master Chef o a la última Miss Puebla por pensar en grande.

Y luego no entiende por qué se le ha ido de las manos la presidencia de la República en dos ocasiones consecutivas.

Pero como no entienden, pues que el merenguero siga echando volados.

Pido águila.