Mientras en Puebla se tienen contabilizados 89 feminicidios, la desaparición de más de 270 mujeres, el fiscal Víctor Carrancá Bourget se mantiene en la simulación aparentando que se trabaja con las fachadas que dejó Rafael Moreno Valle, aunque en el fondo todo esté vacío.
Sucede que el 28 de abril de 2016 se inauguraron las instalaciones de la Fiscalía de Atención a Delitos de Género que tomaría conocimiento de investigaciones relacionadas con feminicidios y feminicidios en grado de tentativa, y delitos de homicidio doloso cuando la víctima sea mujer, y homicidio o lesiones contra la población lésbico-gay, bisexual, transgénero e intersexual.
Sin embargo, ha pasado año y medio y ésta no aparece en el organigrama de la Fiscalía General del Estado, en las solicitudes de información que hicieron activistas y organizaciones contra la violencia hacia las mujeres, referentes a feminicidios, ataques, crímenes de odio, la respuesta fue que no se tiene la información desglosada.
Es más, Carrancá dijo la semana pasada que van a solicitar recursos para que esta Fiscalía pueda operar, es decir, se acepta que no funcionaba.
Además, mientras se presume que a partir de 2011 cumplieron con las 11 recomendaciones de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), sucede que el pasado 12 de octubre, esta misma instancia hizo otra recomendación en el sentido de que haya un área especializada para atender este tipo de delitos, contradiciendo lo que se presumía.
La Fiscalía creada sólo fue una pantalla, pues al parecer carece de personal y sólo tiene una titular con una secretaria y un chofer, pero sin elementos investigadores especializados con lenguaje de género.
Fue la misma autoridad la que informó que al frente de la Fiscalía de Atención a Delitos de Género, que depende directamente de la Fiscalía General del Estado, está Margarita Aguilar Vázquez, quien cuenta con amplia experiencia como agente del Ministerio Público, adscrita al Centro de Justicia para? las Mujeres. Cursó la Licenciatura en Derecho y la Maestría en Derecho Penal, ha contado con diferentes nombramientos como agente del Ministerio Público en: delitos culposos, robo de vehículos y en la Agencia Especializada en Delitos Sexuales y Violencia Familiar, y no se duda de su capacidad, pero sin equipo, ni elementos pues se convirtió en uno más de los elefantes blancos del morenovallismo.
Es el problema de tener en Puebla funcionarios golondrinos que sólo pisan nuestro estado para hacerse millonarios, sin importarles lo que afectan con su voracidad, displicencia e incapacidad, sabiendo que al día siguiente de su despido, emigrarán a sus lugares de origen, para disfrutar de sus nuevas fortunas.
Y de esto, Víctor Carrancá es el mejor ejemplo.
Es parte de la herencia maldita del morenovallismo.
Ni más, ni menos.