Cuando la Suprema Corte de Justicia ordenó que se establecieran las elecciones concurrentes, seguramente no consideraron el problema que representa para el votante entender y asimilar la complejidad de la llamada casilla única.
El hecho de haber empatado en Puebla la elección de presidente de la República, gobernador, senadores, diputados federales, diputados locales y alcaldes representa ya un enredo para el elector.
Sin embargo, con el gatuperio que han creado los partidos políticos a través de las coaliciones, es ya un tema para verdaderos expertos.
Votar en la elección de julio es un tema tan complicado, que no sólo va a requerir de una gran capacitación para los funcionarios de casilla, sino también de una especie de maestría para quienes decidan votar ese día.
Si hablamos de que habrá seis boletas diferentes para igual número de cargos, ahora hay que sumar que en este cachondeo de las coaliciones, en algunos casos los partidos van aparecer en ciertas boletas en coalición con unos, en otras boletas con otros y en otras van a aparecer solos.
Y aquí es en donde Morena puede tomar nuevas ventajas, toda vez que a diferencia del PRI y el PAN, en el caso de la coalición de AMLO estarán los mismos partidos Morena, PT y PES juntos en las 6 boletas, eliminando riesgos de confusión.
En el caso de las alcaldías, el voto morenovallista podría dispersarse de manera tal, que los pejistas estarían en condiciones de pelear por 100 presidencias de las 217 en juego.
Con tantas variantes entre candidatos, partidos y coaliciones, no es broma cuando digo que hay que hacer una maestría para poder votar.
Chamaquearon al PT y al PES
Y ya que hablamos de amasiatos partidistas, la alianza “Juntos Haremos Historia”, es otra muestra de cómo los partidos grandes se comen a los chicos.
Esto mismo ha ocurrido con el PRI y el Verde; el PAN con el PRD y Movimiento Ciudadano. Y ahora con Morena, pues el partido lopezobradorista ha mostrado el cobre para quedarse con la mayoría de las candidaturas tanto en Puebla como en el resto del país.
Para nada servirán los dos convenios que firmaron donde se repartirían los espacios, ya que al final será el dedo de López Obrador el que decida quién va o no como candidato, pues el método para seleccionar a los aspirantes será el de la encuesta, lo cual ya sabemos cómo Morena las cucharea teniendo la ventaja de ser el partido encargado de hacerlas.
Aunque han intentado hacer ocultarlo, se sabe de la inconformidad que existe ya en el Partido del Trabajo y Encuentro Social, a quienes se les está haciendo a un lado.
Cuentan que en la gira de López Obrador estaba presente la diputada Lizeth Sánchez del PT y muchos aseguraban que sería la candidata por San Martín, pero esto no será así, pues ahí será un candidato hombre propuesto por Morena.
Es más, en Nuevo León, la dirigencia de Morena no respetó al dirigente nacional del PT Alberto Anaya, y lanzó a otra candidata al Senado, menospreciando la propuesta del profesor.
También se dice que en la gira reciente en Puebla, a la gente del PT y PES los tuvieron como simples espectadores, ya que ninguno de ellos pudo hablar.
Hoy que todas las encuestas marcan a AMLO como el puntero, deberán luchar aún más contra su soberbia, si no quieren repetir viejas prácticas, con las consecuencias que todos conocemos.
Por lo pronto, PT y PES hoy hacen campaña cuáles damas de compañía.