El Fiscal General del Estado, Víctor Carrancá Bourget, y su director de Secuestros y Alto Impacto, Fernando Rosales Solís, decidieron que es un buen momento para espiar a este reportero y a Enrique Núñez, director de Intolerancia Diario y MegalopolisMX.com, espacios en los que también colaboro.
El aviso llegó desde dentro de la FGE luego de que el autor de esta columna publicó dos entregas (Fiscalía General de Puebla: validar la evasión I y II) sobre una serie de inconsistencias jurídicas en la carpeta de investigación 144/2017/FISDAI para fincar responsabilidades a Nahur Hernández Santaella, el ex subdirector que se llevó de la Bóveda de Bienes Asegurados más de 8 millones de pesos.
La conclusión de ambos trabajos hace suponer que la monumental torpeza sólo puede ser entendida en el contexto de un arreglo para que el corruptor se beneficie del ex funcionario.
Policías de deficiente olfato y torpe lectura del momento que viven, asumen que utilizar los recursos tecnológicos, logísticos y humanos para escudriñar en la vida privada de dos periodistas en Puebla pasará inadvertido al interés político, las campañas y sus candidatos, como la abandera Martha Erika Alonso y su equipo, tan afanados como están en borrar todo vestigio del pasado ominoso del marido, hoy impresentable.
Es probable que ambos funcionarios en la Fiscalía General del Estado ignoren que Puebla fue, en el sexenio panista, un modelo políticamente incorrecto por las pruebas documentadas de la existencia del aparato de espionaje político al servicio de un grupo mafioso, que llegó hasta las páginas del New York Times.
No es la primera vez que Carrancá Bourget y sus subalternos deciden “poner cola” al reportero. La primera vez sucedió cuando el neodemócrata Moreno Valle era gobernador de Puebla y perseguía a cuanto opositor encontraba en el camino.
Era el mes de marzo de 2015 y este espacio había desnudado las impericias y abusos de la entonces Procuraduría General de Justicia, al mando de quien hoy se sabe, quedó en ese encargo para cuidar la espalda al candidato al Senado, el ex gobernador de tufo dictatorial y triste memoria (http://fernandomaldonadoglz.blogspot.mx/2015/03/pgj-cuso-recibo.html).
Ahora como en el pasado, Carrancá y Rosales Solís deben saber que en las comunicaciones que mantiene este reportero no encontrarán vestigio alguno del personaje que puso ante mí el expediente en contra del ex subdirector y presunto ladrón que les robó dinero y bienes.
Deben saber que no encontrarán elementos como para pretender hacer un diseño de “traje a la medida”, como se dice en el argot policiaco, para el autor de Parabólica ni para mi entrañable compañero de oficio, Enrique Núñez.
El mensaje fue recibido. Acuso recibo.