A poco más de seis meses de que dejen el cargo, todo indica que para los diputados locales el trabajo legislativo les vale sombrilla.

Cual chapulines, salta a la vista que ahora les interesa más si se van a alguna candidatura para dar el salto a un nuevo cargo, o si hacen méritos para colocarse en algún puesto en la siguiente administración; ignorando que hay pendientes de suma importancia como la reforma laboral que debió aprobarse a más tardar el pasado 24 de febrero cuando concluyó el plazo que fijó el Congreso de la Unión para que los estados aprobaran los Centros de Mediación Laboral y comenzara la sustitución de las Juntas Locales de Conciliación.

Ayer se hizo público que a pesar de que el gobernador Tony Gali entregó al Congreso desde el 4 de enero la iniciativa de decreto para crear el Centro de Mediación Laboral, el documento se encuentra en la congeladora y nadie mueve un dedo.

De acuerdo con lo que señalan los reporteros de la fuente legislativa la actividad en el edificio de la 5 Poniente está prácticamente muerta, las sesiones de los miércoles son aburridas presentando documentos de relleno, y sin analizar las iniciativas que se encuentran pendientes.

Hay quien asegura que hay un vacío de liderazgo en el Congreso, donde Carlos Martínez logró que su hija vaya en la segunda posición plurinominal para diputados locales por el PRD, mientras otros asuntos ya no le importan pese a que en estos momentos Puebla se encuentre fuera del marco jurídico en el ámbito laboral.

Y lo peor del caso es que con esos antecedentes, varios de ellos darán el chapulinazo pidiendo cínicamente el voto para brincar a una diputación federal.

Que los compre quien no los conozca.

Nueva Alianza y su Cristo milagroso

Cuando están sobre el tiempo para designar candidatos a la gubernatura, Nueva Alianza aún sigue sin dar el nombre de su gallo, pero fuentes al interior de los turquesas me informan que podría darse una situación que iría en contra de los principios del partido del magisterio. Entre sus principios ideológicos, está la defensa del estado laico, partiendo de la educación. Estos criterios se encuentran plasmados dentro de su plataforma y declaración de principios.

En Nueva Alianza no pueden postular a un líder religioso a una candidatura a la gubernatura porque romperían de tajo con dicho principio.

Bueno pues resulta que ahora buscan perfilar a José Alonso Trujillo, pastor de los cristianos en Puebla y dirigente en varios estados del centro del país.

Es también presidente de una Agrupación Política Nacional que se llama “Convicción Mexicana por la Democracia”, fue director de Relaciones Laborales de la SEP en la gestión de Darío Carmona y ahora podría ser candidato a gobernador por Nueva Alianza.

Hay que recordar que el Partido Encuentro Social va con Morena y sus candidatos en Puebla, lo cual implica una buena carretada de votos cristianos.

De ahí que busquen que Nueva Alianza recupere parte de ese voto, a través de un líder de esa religión, tomando en cuenta que los votos turquesas cuentan para Meade en la presidencial, pero caen en la canasta de Martha Erika en la estatal.

No cabe duda que con tal de ganar unos votos, son capaces de todo, hasta de pedir en nombre de Dios.

Ampáralos Cristo Redentor.