El día de ayer, los diputados locales de Morena incitados por José Juan Espinoza y Gabriel Biestro, irrumpieron en la sesión del Congreso del Estado para oponerse a la designación de Jorge Benito Cruz como magistrado del Tribunal Superior de Justicia.

Sin duda, el hecho de que los nombramientos de magistrados se den en las últimas sesiones de la actual magistratura como premios políticos a personajes sin contar con el más mínimo antecedente de carrera judicial es un tema que se debe señalar y cuestionar.

Sin embargo, tratándose de que quien abandera esta inconformidad es José Juan Espinoza, las cosas toman un camino muy diferente.

Quizá JJ piense que los poblanos no tenemos memoria; sin embargo, quienes vivimos y padecimos los excesos del morenovallismo tenemos grabados todos y cada uno de ellos.

¿Y qué creen?

Que cuando arrancó la administración de Moreno Valle, el Congreso del Estado nombró a personajes muy cercanos al “flamante” gobernador, en circunstancias similares a las que se presentan esta vez para la designación de Jorge Benito Cruz.

Le guste o no, cuando se nombró a Roberto Flores Toledano magistrado, José Juan formaba parte del morenovallismo. Era el presidente estatal de Convergencia, siendo uno de los partidos que arroparon la candidatura de Rafael. Recuerdo una entrevista en la que cuestioné sobre su complicidad con el nieto del general, y en donde sólo escuché respuestas en defensa hacia la persona del ex gobernador.

Actualmente, el TSJE está plagado de morenovallistas sumisos, pero ¿en dónde estaba José Juan cuando se nombraron a todos y cada uno de ellos?

No sé exactamente en dónde se encontraba, pero lo que sí sé, es que Intolerancia Diario estaba aquí, como desde que llegó RMV al poder, señalando cada uno de estos excesos.

Lo mismo hicimos con Flores Toledano, Roberto Grajales, José Montiel y con todos los demás que hoy forman parte de este colegiado.

Y mientras aquí lo relatábamos, José Juan guardaba un cómplice silencio, por la simple y sencilla razón de formar parte del grupo político al que hoy repudia.

Esas son las aberrantes incongruencias de un personaje que con sus complicidades, perdió la calidad moral que se requiere para ser un verdadero crítico de sus viejos amigos.

Aquí un fragmento de los hechos que en esta columna denuncié, mientras José Juan pactaba y planchaba su candidatura a alcalde con el entonces gobernador.

Contracara 25 enero 2013

Crónica de una imposición anunciada

Ya se cocina en Casa Puebla uno más de los caprichos del gobernador.

Sí, pero esta vez no es la rueda de la fortuna ni tampoco el teleférico; se trata de tomar el control absoluto del Poder Judicial del estado desapareciendo de facto la división de poderes.

Es verdad que la labor del presidente David López Muñoz ha sido gris y de sumisión absoluta.

 Nada más le tocó la ingrata labor de vender a 12 de sus compañeros, incluido su mentor, Alfredo Mendoza, para dar cabida al virtual golpe de Estado al Poder Judicial dado por el gobernador al “jubilar” a medio Pleno, para meter en sus lugares a ocho ilustres desconocidos en Puebla y a cuatro jueces con no muy buena reputación, pero sí serviles a sus intereses.

Dentro de los ocho desconocidos llamó la atención uno de ellos, de nombre Roberto Flores Toledano, abogado fiscalista en el Distrito Federal pero que de administración de justicia no sabía absolutamente nada.

Para su desgracia, fue adscrito a una Sala Penal donde su desempeño ha dejado mucho que desear porque simplemente los que resuelven los asuntos son los secretarios, porque él se dedica a las relaciones públicas.

El hartazgo de los litigantes por tantas tardanzas y desatinos se ha hecho patente. De su actuación en el Pleno, dicen los que saben, solo puede calificarse como nula o mediocre; es más, no tiene idea dónde están los juzgados en Puebla.

Lo anterior no tendría nada de raro en esta Puebla dominada hoy por personajes venidos de otras latitudes; sin embargo, hurgando en los antecedentes de este personaje encontramos que su único mérito es haber sido compañero de estudios del gobernador en su juventud.

Vean si no hay cosas curiosas: desde hace un año que llegó a Puebla, Flores Toledano renta una casa en La Vista, en la que por lo menos gasta la mitad de su sueldo como magistrado.

¿Es esto posible?

Cabe destacar que no ha traído a Puebla a su familia, luego, tiene dos casas que mantener.

Aquí me surgen unas preguntas: ¿cómo le hará? ¿Recibirá alguna ayuda extra del gobierno? ¿Esta es legal?

No lo sabemos, lo que sabemos es que en el año que lleva en Puebla se ha dedicado a “darse a conocer” en el Poder Judicial dejándose consentir, acudiendo a toda clase de comidas, cenas y francachelas donde después de haberse metido varios tragos grita, a voz en cuello y sin recato alguno: “yo en febrero seré presidente, Rafa me debe muchas y ya es momento de que me las pague”.

Sobra decir que con su actitud ha ninguneado al actual presidente. Cuentan que en Navidad los serviles jueces hacían fila para felicitar a su nuevo amo, quien les ha dicho que él es el bueno y que en febrero despachará en la casona de la 5 Oriente.

Sí, aunque usted no lo crea, será presidente del Tribunal sin conocer nada de administración de justicia, de Puebla y de los poblanos.

Bueno, de los jueces poblanos sí conoce que saben tomar y organizar buenos agasajos.

¿Tendrá la calidad moral para corregir a los jueces con los que se ha emborrachado?, ¿es esa la forma en que lo mandaron a conocer Puebla y a los poblanos?, ¿lo permitirán los agachones magistrados?

Ver para creer.

Para fortuna de los poblanos, la hemeroteca de Intolerancia Diario nos permite refrescarle la mente a estos políticos convenientemente desmemoriados.

Por eso estamos como estamos.