“Fantasma” un toro que nació en el campo bravo mexicano, rancho “El Milagro” en Zinapecuaro, estado de Michoacán en la casa ganadera del también Matador de toros, rejoneador, maestro de jóvenes amantes del arte de Marialba; con fecha de nacimiento en julio del año de 2014, el hermoso y muy guapo becerro de pinta jabonera, que cuando era un fantasmita fue herrado a fuego con el numero 82 y el hierro de la casa, que lleva divisa con los colores Verde esperanza, blanco y obispo.
Así embistió a los caballos, ya hecho un toro con 487 kilos de peso, del rejoneador Diego Ventura, lusitano, nacido en Lisboa, Portugal, quien después de 6 años de ausencia se presentó de vuelta en nuestra Catedral del Toreo. En la foto le vemos en franca embestida para permitir todo el lucimiento del rejoneador que va, dejando la montura suelta del cabezal, incluso al soltar la rienda la tiró al piso del ruedo.
Resulta importante la observación de que quienes, “otros” hacen también esta suerte, sujetan la rienda a un gancho exprofeso en la hebilla del cinturón. Ventura va llevando con las piernas y talones en los costados del cuaco el control y dominio, para colocar enorme “Par a dos manos”, seguido de banderillas cortas y rosas. Lo que ha resultado impactante remembranza del toreo a caballo a la mexicana. Bello e impactante homenaje a don Ponciano Díaz quien diera a conocer este espectacular lance y a la memoria ha venido también el recuerdo de otro gran caballista mexicano “El Ciclón” Carlos Arruza, este último traído al recuerdo con la suerte del teléfono que el ingenio y la maestría de Arruza inventaran.
“Indultado” con el perdón de su vida ganado. Una vez concedido el Indulto, Fantasma regresó a corrales recibiendo calurosa y llena de cariño ovación. Un público festejante que puesto de pie, aplaudió con emoción manifiesta y desbordante jubilo el que al noble y bravo toro se le haya perdonado la vida.
Ya en los corrales de la PLAZA MEXICO, la más grande y bella del mundo, con evidentes y visibles huellas de las curaciones que se le practicaron en el Cajón de Cura en las heridas y lesiones que recibió por la colocación de rejones, banderillas, garapullos de los cortos y rosas de adorno, durante la lidia. Al día siguiente recibió “Fantasma” la visita del autor de la faena que le valió el perdón de su vida. De la propia mano del rejoneador recibió y comió la alfalfa achicalada y luego a esperar un par de días más para el regreso a casa a disfrutar de la buena vida y de su hato y harem de una veintena ce vacas para retozar y refocilarse en los pastizales.
Un Caballero en Plaza y un monstruo del toreo a pie; verdadero y manifiesto homenaje rindió con su magistral toreo. Nuevamente el recuerdo de Arruza se hace presente, al bajar Diego del caballo y tomar la muleta para instrumentar pases de mucho mando, rematados con un Trincherazo de apoteosis que puso a la plaza entera envuelta en momentos de locura y algarabía de la afición que por cierto hizo una muy buena entrada en la corrida inaugural de temporada y misma que ya queda escrita en el libro de mágicos recuerdos de esa Plaza.
Compartiendo la ovación, el cariño y el reconocimiento de la afición capitalina, recorriendo el anillo del albero de la gran Plaza en la foto izquierda con los caballos estrellas de su cuadra: “Dólar” y “Sueño”. En la de la derecha con el también Caballero en Plaza el por todos muy bien quiso; el Matador Enrique Fraga, quien aparte de lo muy estimado que es en los medios tanto de ganaderos, de rejoneadores y toreros, estos días se ha visto en todas las fotos publicadas verdaderamente feliz y contento por el gran logró y con su amplia y esplendida sonrisa de siempre, ahora verdaderamente contagiosa.