Una serie de preguntas que hasta ahora nadie ha hecho, están relacionadas con la publicación anticipada del proyecto de sentencia que realizó el magistrado José Luis Vargas.

¿A quién benefició Vargas abriendo públicamente su proyecto?

¿Cuál habría sido el resultado de la votación si hubiera mantenido en secrecía el sentido de su proyecto hasta la sesión pública?

¿Al abrirlo en redes, realmente buscaba defender la propuesta de anulación de la elección?

Seguramente cada quien tendrá su propia teoría, pero a mí no me quitan de la mente la idea de que el grupo beneficiado con la publicación del proyecto la noche del domingo 2 de diciembre, fue el morenovallista.

No sería extraño que José Luis Vargas haya hecho explotar la bomba morenovallista desde dentro del TEPJF, como un Caballo de Troya.

Si partimos de la base de que la determinación final del Tribunal Electoral  del Poder Judicial Federal nada tuvo que ver con lo jurídico ni con la valoración de las pruebas de ambas partes, sino que derivó de una compleja operación política, podemos entender que para los operadores morenovallistas, resultó muy propicio actuar con la bomba explotada y con el tribunal incendiado.

Para nadie es un secreto que una de las “virtudes” —por así llamarlas—, de Moreno Valle es la capacidad de generar circunstancias adversas, para tomar ventaja y salir airoso.

De ahí que la decisión del magistrado Vargas, quizá haya tenido un objetivo distinto al que todos supusieron.

Su versión sobre la transparencia en el proceso para justificar el haber hecho público su proyecto, es francamente ridícula.

Y decir que con esta acción evitaba presiones políticas resultó todo lo contrario, porque al conocerse el sentido del proyecto, aceleraron y activaron todo el aparato político.

Es como jugar una partida de póker cerrado, pero antes del cambio de cartas, al que tiene la peor mano, le abren todo el juego.

Esta es, sin duda, una derrota política no presupuestada para AMLO, sobre todo porque se da en la primera semana de su sexenio.

Para quienes pensaban que se trataba de una negociación cupular, la reacción de AMLO al negarse a reunir con Martha Erika Alonso debe haberlos hecho cambiar de idea.

Aquí, la negociación recayó en un solo objetivo: asegurar 4 votos.

Y como en la guerra, el amor y la política todo se vale, la puja por lograrlas pasó por ofrecer lo que fuera necesario.

Y para eso, Rafa se pinta solo.

Todo indica que la soberbia del poder presidencial los hizo menospreciar al nieto del general.

Pero nadie como Rafael, sabe lo que vale y representa en términos de poder, la casona de Los Fuertes.

La huelga legislativa

La huelga de brazos caídos que iniciaron los diputados de Morena es el inicio de la guerra que habrá con la gobernadora Martha Erika Alonso y las consecuencias serán graves para el estado, ya que el paro se da en una semana clave para el trabajo legislativo, porque es cuando se aprueban los presupuestos de todas las entidades oficiales, dígase gobierno del estado, ayuntamientos, organismos como Derechos Humanos, Transparencia, Fiscalía, Instituto Electoral, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Instituto Tecnológico de Puebla, entre otros.

Aunque José Juan Espinosa  quiso disfrazar su declaración inicial en la conferencia de prensa  cuando le preguntaron los medios, señaló que las comisiones podrán seguir trabajando, pero no habrá sesiones ordinarias; o sea, esas reuniones para qué servirán si lo que aprueben no será validado por el pleno.

De acuerdo a la ley, cuando no exista una aprobación de las leyes de ingresos y egresos, se aplicaría la aprobada para el año inmediato anterior; es decir, para 2019, se podrían destinar exactamente los mismos pesos y centavos que en 2018.

El hecho es que la irresponsable parálisis legislativa afectará toda la vida del estado, las tablas catastrales de los municipios no podrán ser ajustadas de acuerdo al índice inflacionario, la  Benemérita Universidad Autónoma de Puebla no tendrá incremento en el subsidio.

En sí, la guerra declarada a la gobernadora Martha Erika por parte de Morena, aprovechando las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador, tendrá a un afectado directamente, el Estado de Puebla y, por ende, quienes vivimos aquí.

Mantener la rebelión puede costarnos muy cara. Y conste que mientras Barbosa y José Juan empujaban a Moreno Valle para ser gobernador, en Intolerancia ya vaticinábamos los peligros de esos arrebatos.

Pero hoy no es tiempo de berrinches ni de resentimientos; es momento de sacar el barco a flote.

Ni más, ni menos.