La Cuarta Transformación también tiene un rostro adusto, severo e implacable. Amenaza, advierte y condena. Es como el regreso al Archipiélago Gulag de Solzhenitzyn de mitad del siglo pasado. Oscuro el periodo de la Unión de Repúblicas Socialistas de la Unión Soviética y la represión política. Vuelta al pasado, pues.

Reconocido por algunos sectores por haber roto con el grupo de su cuñado, Rafael Moreno Valle, el ahora diputado federal, Fernando Manzanilla Prieto parece mimetizarse, quiere un castigo ejemplar.

Cárcel para quien escribió la nota que lo coloca como el artífice de Luis Miguel Barbosa Huerta, ex candidato al gobierno del estado por la coalición de Juntos Haremos Historia: el autor de la columna Parabólica.

No agradó al coordinador de los legisladores de Encuentro Social en San Lázaro que fuera captado por la lente oportuna de Mireya Novo, de la agencia de servicios informativos Enfoque en un chat a través del servicio de mensajería —Telegram— con  Barbosa Huerta y Gabriel Biestro. En la conversación condena a José Juan Espinosa, presidente de la Mesa Directiva y compañero de aventura política de los otros.

“Este cuate no ayuda en nada. Tenemos que contenerlo”, escribía en su teléfono móvil en el interior del Congreso el viernes 14. Publicada la información en el sitio de noticias Parabolica.mx vino la reacción. Tuvo palabras condenatorias para el autor de la nota, director del sitio y representante legal de la empresa responsable, Mediática TV SA de CV.

“Les recuerdo que el código penal federal, Artículo 177, señala: a quien intervenga comunicaciones privadas sin mandato de autoridad judicial competente, se le aplicarán sanciones de seis a doce años de prisión y de trescientos a seiscientos días de multa”, amagó desde su cuenta de Twitter la madrugada del sábado.

Probablemente preso de una condición iracunda, cegó en el juicio lleno de severidad, o esconde una intención ulterior. Acusa espionaje telefónico (intervención de llamadas telefónicas, y en consecuencia cárcel). Es obvio que se trata de un conjunto de fotografías del teléfono móvil en un claro descuido de su persona en un recinto legislativo y público.

El diálogo que sostiene con sus interlocutores tiene también un sentido político y periodístico: las diferencias de criterio que devienen en una confrontación sorda que está lejos de reflejar la unidad que pretenden y aspiran. Un exceso más: haber visto en ese descuido un gesto del equipo de trabajo para halagar a Martha Erika Alonso.

Es una lástima que el hombre a quien se le reconoce por aplicar método estratégico, razonamiento y agudeza política más allá del procesamiento rupestre de la clase política aldeana haya pretendido borrar con un tuit publicaciones recientes de este reportero, que dicen lo contrario, con un afán de desquite.

Fernando Manzanilla ya tiene plan de gobierno el 2 de diciembre ; ’La anulación’, el 3 de diciembre ; ‘¿Con quién gobernará Martha Erika?, el 9 de diciembre  

Lópezobradorista desde que apareció en el templete del mitin convocado por Andrés Manuel López Obrador, desde febrero de 2017 Manzanilla Prieto es un hombre de poder, y poderoso desde entonces. Comete un equívoco pues aún desde su alta posición no puede exigir sometimiento a nadie.

Debe saber que hay acuse de recibo.