El mayor enclave opositor al Movimiento de Regeneración Nacional en Puebla no está en el grupo parlamentario de Acción Nacional y sus aliados; tampoco en el grupo político que perdió a su jefe, el exsenador Rafael Moreno Valle, fallecido en el accidente de helicóptero el 24 de diciembre junto con la gobernadora, Martha Erika Alonso y por lo que se alcanza a ver, menos en el conservador grupo del Consejo Coordinador Empresarial.

La trinchera política contra el grupo político de mayor presencia en el Congreso, la zona metropolitana y el país está en el Consejo Nacional de Organismos Empresariales, una agrupación del sector privado que nació como un contrapeso a la omnipresencia del CCE, a mediados de la década del año 2000.

La prenda más evidente del oficialismo al grupo político del pasado fue el evangelio de César Bonilla Yunes, presidente en turno del organismo cuando este jueves ofreció su rueda de prensa ante medios.

Decidió dar un paso al frente para observar conductas políticas que antes dejó pasar con ojos cerrados y que tanto dañó la vida pública: opacidad gubernamental, designación de candidatos a puestos de elección popular según el estado anímico del poderoso Rafael Moreno Valle, persecución política y corrupción.

El tufo que desprendió junto con los representantes de diversos gremios también deja en claro que ya disputan sin mucho ingenio el lugar que ocupa su contraparte: el sector privado de la derecha.

Para este conjunto de representantes de diversos ramos de la actividad privada, la competencia política en procesos electorales no genera, sino inestabilidad política. La idea de volver a vivir elecciones sin altos niveles de participación ciudadana como el que se vivió el 1 de julio de 2017, es deseable, pues.

El proceso de designación de un gobernador interino después del deceso de la gobernadora en la víspera de la Navidad, dijeron, abre la probabilidad de evidenciar a la coalición Juntos Haremos Historia como un grupo de diputados sin responsabilidad ni sentido democrático.

“Tenemos que tomar en cuenta que el proceso electoral inicia con el nombramiento de quien será el gobernador interino, por ello los legisladores locales deberán ser sumamente cuidadosos y deben evitar a toda costa favorecer a cualquier corriente política, con ello demostrarían que son políticos responsables y totalmente democráticos”, dijo el dirigente empresarial.

Paladines de la transparencia y espíritu plural, en el Consejo de Organismos Empresariales propusieron como gobernador interino a quien fue candidato priista a una diputación local en 2013, bajo la coalición 5 de Mayo, el ex auditor José Doger Corte.

No es que carezca de méritos quien también ocupó la rectoría de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, pero el garlito de la dirigencia del COE es evidente y ofende a los memoriosos: “Los integrantes del Consejo Nacional de Organismos Empresariales (COE) tenemos como propuesta que se nombre a un gobernador interino a una persona que sea neutral y apartidista (sic)”.

Muy poco inteligente el destape del ex rector de parte de los voceros que terminaron por ponerse bajo las ruedas de una maquinaria que ya trae mucho camino recorrido, a cuyo mando tripulante están los líderes de las bancadas de los partidos mayoritarios en el Congreso de Puebla.

Ya tendrá tiempo la dirigencia del COE de reponerse del frentazo anticipado cuando la política real les ofrezca una lección de la forma en que se decide la vida pública con los nuevos paradigmas, de los que nadie les ha hablado.