Una de las vecindades del barrio de Analco, fue blanco de un sorpresivo operativo por parte de la Gendarmería Nacional, además del Ejército Mexicano, con el presunto fin de buscar drogas y otros delitos.

Lo malo del "operativo" es que a los organizadores se les olvidó que para realizar cualquier tipo de allanamiento se requiere una orden judicial expedida por un Juez, de lo contrario estarían cometiendo delitos como allanamiento de morada, abuso de autoridad y otros más. 

Los federales y militares decidieron meterse por la fuerza no sólo a la vecindad, sino a todos los cuartos de esta y con lujo de violencia sacar a los habitantes para meterse a registrar si pudor alguno. 

Las "fuerzas del orden" jalaron parejo, maltrataron a hombres, mujeres, menores de edad, además de que les apuntaron con sus armas, como si se tratara de criminales peligrosos.

Uno a uno de los cuartos fue allanado por los militares quienes rompieron todo lo que se encontraron, voltearon muebles, camas, todo en una supuesta búsqueda de drogas o armas, de las que no encontraron nada.

La vecindad que le comento, sus habitantes, para su propia seguridad, se pusieron de acuerdo y colocaron un circuito cerrado de vídeo y en estos vídeos se aprecia como los federales se metieron y causaron destrozos 

Incluso los invasores al descubrir las cámaras de vídeo las rompieron con la culata de sus armas, para tratar de borrar el abuso que sometieron. 

Durante un tiempo los federales y militares ocuparon toda la vecindad, a los moradores los sacaron y registraron hasta donde se les ocurrió, sin respeto alguno y como le comenté al principio sin una orden judicial.

Tras el cateo tanto la Gendarmería Nacional como el Ejército se retiraron y cuando las familias pudieron regresar se dieron cuenta no sólo de los daños sus propiedades, sino además de la falta de valores como dinero, celulares y otros más.

Las familias afectadas acudieron ante las instancias legales correspondientes, como la Fiscalía General del Estado (FGE), para denunciar los abusos y pedir que se investigue a fondo la actuación de las autoridades federales.

Pero no sólo presentaron una denuncia legal, sino que además van a acudir a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), para denunciar la violación a sus derechos humanos y pedir castigo para los responsables.

Y es que a final de cuentas el operativo no tuvo resultado alguno de algún hallazgo importante, sólo llegaron a sembrar terror y nada más.

Y como ocurre en estos casos de abusos.

Ni disculpas les pidieron.

Nos vemos cuando nos veamos