No cabe duda que eso de guardar los ahorros debajo del colchón o en algún rincón de la cocina va a regresar.

Las instituciones bancarias en estos momentos no garantizan la seguridad de sus clientes, ni cuando los tengan "guardados” ni cuando los retiren.

Sino los asaltan cuando salen de alguna institución bancaria se los roban desde la misma bóveda, o mejor dicho, de manera cibernética.

Y esto ocurrió en múltiples casos en la ciudad de Puebla, tocándole a Banamex ser el centro de todas las atenciones.

Y que resulta que no importa que el cuentahabiente mantenga resguardado su número de NIP o de seguridad, de todos modos le vacían la cuenta.

Y es que en materia cibernética las instituciones bancarias no cuentan con una clara seguridad para que ciber-piratas no puedan acceder a cuentas bancarias.

Y resulta que a través de Internet este tipo de delincuentes tiene en su poder la forma de penetrar cuentas, realizan compras utilizando dinero ajeno y logran realizar sus operaciones comerciales. 

El afectado sólo se entera cuando su cuenta quedó en ceros.

Lo peor es que cuando un afectado de queja del robo que sufrió, primero se niegan a reconocer que no pueden proteger el dinero de sus clientes, luego piden prórrogas para realizar una investigación, que va de los 40 a 60 días y si bien le va, le regresan menos de la mitad de lo robado.

Así se las gastan.

Robos cibernéticos, que se anexan a toda la inseguridad que actualmente existe.

Ni a donde correr.

Nos vemos cuando nos veamos