Lo que en un principio se manejó como un enfrentamiento entre dos grupos del crimen organizado, donde se desconocía el número de bajas e incluso se barajaba ya el nombre de uno de los grupos que se atacaron entre sí, terminó siendo un ajuste de cuentas del pueblo a la delincuencia organizada.
En otras palabras un hasta aquí, a los grupos que se han apoderado de este municipio y de una totalidad del territorio poblano.
Jesús Razo, el reportero de Página Negra, lo relató mejor en su nota de 200 vecinos de Cañada Morelos linchan a presunto delincuente.
Y es que, sin contar con una guardia comunitaria, los pobladores se unieron y de entrada dieron de baja a un sujeto apodado "El Cazuelas", quien era líder de un grupo criminal dedicado a todo, incluso al asalto y el robo a transportes, además de que quemaron la casa de otro mafioso y dejaron un saldo de 3 heridos.
Durante la madrugada del domingo 12 de mayo dio inicio la primera respuesta del pueblo a la delincuencia organizada.
Fue en Cañada Morelos, con los pobladores de Cerro Gordo, Fresnal, Boca del Nopal y Buena Vista, unos 200 habitantes que, en verdad, ya están hasta la madre de la delincuencia.
Lo que detonó en violencia desmedida fue el robo de dos camionetas, donde los responsables eran integrantes de una banda de la localidad.
Los pobladores se unieron para recuperar las unidades y mientras unos se cubrían el rostro con pasamontañas y otros sacaban a relucir armas de fuego, otros más prestaron sus vehículos y se inició la batida contra la delincuencia.
En la entrada de Boca del Nopal, fue hallada una de las camionetas robadas, misma que era custodiada por un grupo armado, que casi se les caen los calzones cuando vieron a los pobladores armados y enardecidos.
En el primer enfrentamiento los inconformes mataron a “El Cazuelas”, además de que dejaron heridos a otros tres, mientras que el resto de los malandros dieron entrada a la graciosa huida.
En el barrio de la Luz, los pobladores ubicaron la casa de otro de los malandros y le prendieron fuego, lo mismo hicieron con una camioneta.
Durante el lapso que duró la batida del pueblo contra la delincuencia, a la policía ni se le ocurrió aparecer ni a la del municipio ni a la del Estado, además de todas las federales que usted se imagine.
Y de nuevo el silencio.
Nadie vio ni sabe nada.
Mientras, en Tlacotepec fue secuestrada y asesinada una mejor de 16 años de edad.
No se le hace a usted que, lejos del mal hecho comercial político.
Ya estamos hasta la madre.
Nos vemos cuando nos veamos
