José Juan Espinosa continuó con sus exabruptos y este jueves nuevamente intentó llamar la atención del presidente Andrés Manuel y del candidato a gobernador de Morena, Miguel Barbosa. En su arrebatado y acostumbrado estilo sostuvo que acatará su destitución de la Mesa Directiva del Congreso local, si y sólo si alguno de estos dos morenistas se lo pide.
“Pongo mi renuncia como presidente de la Mesa Directiva en el escritorio del líder moral, el Presidente de la República; y pongo mi renuncia, si así me lo piden, sobre el escritorio de Luis Miguel Barbosa. Si les estorbo en los planes que tienen para Puebla, que me lo digan”, se atrevió a decir.
Y aunque ayer legisladores y legisladoras de diferentes partidos ya anunciaron que pedirán su remoción y que cuentan con los votos necesarios para hacer una mayoría calificada, para el petista, José Juan Espinosa, esas voces simplemente no existen.
El niño naranja olvida que su suerte ya fue echada, que en la Contraloría Interna del Congreso ya existe un extrañamiento en su contra por no poner cordura en el pleno mientras su par, Héctor Alonso llamaba “ridículas y mojigatas” a las diputadas que impulsaron una ley para erradicar la llamada publicidad sexista en Puebla.
Esa ley aprobada, por cierto, es similar a una iniciativa que presentó hace casi un mes su esposa, Nancy de la Sierra en el Senado de la República, para reformar la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, y eliminar la publicidad comercial sexista en los medios de comunicación.
Lo acepte o no José Juan, una verdadera acción en su contra y que de darle causa, tendrá efectos negativos contra él, independientemente de que el presidente o el candidato de Morena volteen a verlo, es precisamente el extrañamiento entregado.
Por cierto, que el JJ continúa demostrando su poca tolerancia y aunque él es libre de seguir a los medios que a él se le pegue la gana, ayer decidió bloquear a este Grupo Editorial en su cuenta de Twitter. Lo grave no es dejar de seguir nuestras redes. Sino mostrar su falta de tolerancia contra Intolerancia. Irónica la frase y cerrada su actitud.
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Paridad de género por ley
Ayer también, los diputados federales aprobaron un dictamen para modificar la Constitución y obligar a que por ley la mitad de los cargos públicos a nivel federal, estatal, municipal y en órganos autónomos sean para mujeres.
Lo he dicho y lo sostengo: Que bueno que ellas ganen espacios pero es pésima idea que sea “por ley” que las mujeres lleguen a puestos de dirección, de secretarías o de gobierno.
Antes de que las feministas me linchen insistiré, me he topado con mujeres extremadamente capaces, altamente talentosas y honestas que sin duda serán excelentes como líderes en la burocracia del país, pero también tenemos terribles experiencias.
Regidoras, diputadas locales, federales, senadoras, secretarias y directoras de áreas que, como cualquier hombre, no están capacitadas para la administración pública.
En Puebla y en el país nos urgen servidores públicos que realmente sean lo suficientemente sensibles para dirigir y administrar los gobiernos, gente capaz, preparada y honesta que tenga pasión por servir y no interés de servirse; ello sin importar si son mujeres u hombres.