Si alguien propició que se abriera le puerta infernal del huachicol en Puebla es Facundo Rosas, ex secretario de Seguridad Pública en el régimen de Rafael Moreno Valle Rosas, un mandatario persistentemente distraído con sus aspiraciones políticas en detrimento de lo que sucedía en la entidad que ofreció gobernar.
Cuando este policía siniestro salió por la puerta trasera de la SSPE no sucedió por la muerte violenta de un menor de edad de nombre José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, en el desalojo de un tramo carretero de Puebla a Atlixco en julio de 2014.
No se fue ni con el cúmulo de testimonios, peritajes y pruebas de la virulencia con la que los policías de Rosas arremetieron contra la población de Santa Clara Ocoyucan, molesta por el retiro de los servicios de Registro Civil que ordenó el difunto Moreno Valle.
La muerte de un menor y los múltiples heridos que dejó el operativo policiaco en julio de 2014, encubierto por cierto por el aparato gubernamental ante la mirada ciega o ausente de la mayoría de los medios de ese entonces, no fueron motivos para su salida.
Lo fue en realidad un año después, en 2015 por la torpeza de sus subalternos: Marco Antonio Estrada López, ex director de la Policía Estatal y de Tomás Méndez Lozano, ex jefe del Grupo de Operaciones Especiales (GOES).
Ambos uniformados, ubicados en la línea de mando exactamente debajo de Facundo Rosas habían decidido traicionar el uniforme que portaban y proteger a grupos dedicados al robo de combustibles en Puebla, el fenómeno tristemente conocido en el país como el ‘huachicol’.
A partir de ahí se recrudeció la actividad de los grupos locales dedicados al robo de gasolinas para alcanzar niveles de delincuencia organizada que aún padecemos con todo y sus variantes: asaltos en carreteras, secuestros y sicariato.
Imposible suponer que el ex titular de Seguridad Pública fuera ajeno a esa práctica delictiva; y si acaso lo ignoraba, es igualmente condenable. No tenía excusa para explicar una y otra circunstancia.
Los mandos de la Secretaría de Seguridad detenidos por el Ejército Mexicano en julio de 2015 fueron puestos de disposición de la delegación de la Procuraduría General de la República, Tehuatlie Tamayo cumple este mes de julio cumple cinco años de muerto; Facundo Rosas está de regreso como articulista en un medio local que le abrió las puertas.
‘Lo peor que le puede pasar a México es convertirse en un país de cínicos...’ dijo el más cínico de la política del último tercio del siglo pasado, José López Portillo. La metáfora aquella fue premonitoria.