Cuentan que ya como gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle bajó una noche furioso del edificio de condominios en Polanco, en donde Elba Esther Gordillo tenía su domicilio particular. Ordenó a su jefe de escoltas buscar de inmediato a Luis Maldonado Venegas, encontrado en un Starbucks de la zona.

No era disimulada la ira, atizada por un regaño de la poderosa lideresa magisterial. El experimentado político que falleció el 30 de abril de este año, dijo con voz pausada que lo mejor era serenarse y así sucedió. Era una de las tantas estampas que reflejaban la intensa relación entre Gordillo y Moreno Valle.   

En donde hubo fuego, cenizas quedan. Más o menos aplica en el breve periodo de existencia de las llamadas Redes Sociales Progresistas, la fachada detrás de la cual se encuentra la mujer que dirigió al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y con capacidad para someter al gobernante poblano.

Por eso llama la atención. No es aún partido político, pero ya concedió perdón y olvido a los morenovallistas del pasado que buscan vigencia en el presente, entre ellos Mario Rincón González, un ex priista que fue de todo en el sexenio del panista.

El coordinador nacional de la agrupación Juan Iván Peña Neder ofreció un “punto de perdón” a políticos que formaron parte de la estructura y primer círculo del ex gobernador muerto con la caída del helicóptero Agusta el 24 de diciembre de 2018.

Distanciados por el periodo en el que la fundadora de las Redes Sociales Progresistas estuvo detenida por los delitos de manejo de recursos de procedencia ilícita, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito, Gordillo Morales fue la artífice de la hechura del senador difunto, desde que juntos abandonaron al PRI.

En junio pasado Rincón González había dicho al diario El Popular que el panismo, el partido político por el que compitió y perdió para ser diputado federal, vivía un éxodo de militantes para nutrir las filas de la agrupación de la dirigente magisterial.

Nadie confirmó su versión pero con ello se confirmó el método de operación de sus fundadores: la recolección de cuadros o cabezas de otros grupos o partidos para conseguir sus propósitos, como sucedió con la fundación de un partido político sin mucha influencia ni definición ideológica: Nueva Alianza.

Cristian Macip, responsable de las Redes Sociales Progresistas y Francisco Ramos, el ex subsecretario en la Secretaría General de Gobierno también tienen acuerdos. Desde la sombra buscan construir un gran consenso entre partidos políticos de menor rango en la escena local para lanzar una candidatura común en 2021.

Falta definir ese perfil, pero subraya la condición acomodaticia y convenenciera de quitar a unos para colocar a otros en instancias de poder como presidencias municipales y diputaciones locales, que les permita regresar al manejo de nóminas, presupuestos y dádivas.

El 23 de julio la Parabólica estuvo dedicada a describir la crónica de cómo se construyó la versión de una hipotética reunión entre Miguel Barbosa, entonces gobernador electo y el ex candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade que luego fue desmentida (https://parabolica.mx/2019/columnas/parabolica/item/24967-el-activismo-vs-barbosa-tiene-nombre-y-apellido).

Elba Esther y sus esbirros no duermen, bien vale la pena tenerlo presente.